ADIÓS A LAS ARMAS… RENACE LA PAZ

Reclutado, a la fuerza sometido, junglas de serpientes,
disparó fusiles sin comprender, las causas ¡no son mías!,
¡no dejes testigos o mueres!
Adoctrinamientos con banderas negras, Caín y Abel , sin memorias.

A sangre y fuego, despojo de tierras… parcelas, parques,
hasta el horizonte lejano, campos sagrados olvidados por viudas,
masacres, bombardeos, secuestros, exterminios, desaparecidos,
eterna guerra sucia… claman plegarias… paz, paz, paz.
¡Quién soy yo… Dios mío!

Apresurado escape, miradas y lamentos de terror… ¡Aturdidos!
Líderes amigos de todos, mujeres, ancianos… torturados, desmembrados, tiros de gracias ajenos, decapitados, crueldades sin alma.
Hoy amordaza el silencio, mendigando pan, todos sin nombres.
Este es el infierno… ¡Paraíso perdido!

En fosas sin rostro sembraron sus huesos rotos,
las cuencas sin ojos, las pálidas manos, vientres preñados.
Con turbios contratos, festín del dinero, legitiman barbaries,
champán, caviar… extranjeros mineros, banqueros, terratenientes,
¡Ambiciones sin fin!

Años de guerra oscura y despiadada, dialogando… asoma la paz,
la espera el amor, sin trincheras, sin alambres de guerra…
Agoniza la muerte de inocentes, se arropan los sueños de niños,
La tierra es morada de todos, abrazos genuinos de vecinos amigos.
¡Adiós a las armas… caen tiranos impuestos.... renace la paz y el amor.

¡ES AHORA O NUNCA JAMÁS!

Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta) -Colombia-