miércoles, 26 de septiembre de 2018

355


Por si acaso yo no esté
hoy te lo digo;
de alta alcurnia es la flor
abriendo siempre sus colores
sin mirar alrededor;
mas los pétalos dormidos
madurando sus destellos
alumbrando tus pupilas,
son los míos.
De la pena es la herida,
en la ausencia perseguida
por los largos vericuetos
de la vida;
pero el sendero
que transita tu alegría
en el círculo perfecto que te guía,
es el mágico cantar de mis latidos.
Del inmenso cielo
que te cubre día y noche
es la tormenta,
que jamás vacila en desatarse
sorprendiendo al manto azul
que lucha en aclararse;
pero la hierba mojada
pronta a sacudirse,
derramando olor a lluvia
en los pliegues de tu aliento,
es mi húmedo suspiro
que precede la caricia
de la brisa sorprendida.
De la vida alborotada
manifestando su prisa
en cada brote de risa,
es la pasión que te sigue
para tener a su alcance
el compás de tus latidos;
pero la urgencia brotando
en los pliegues de tu cabello
entretejido en el sueño,
es la música de este manto
que he desplegado en mi canto,
arropando tus misterios
desde mis besos lanzados
para abrazar tu mirada.

José Luis Gareis -Argentina-

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