domingo, 28 de agosto de 2016

SEÑORA


Señora,
si fueras, la alegría en mi mañana,
mis consuelos en mis días tristes.
La flores que bailan en la sábana,
Mi bastón, las manos que me diste.
Si fueras, la intensidad de tu mirada,
el susurro del bosque y un riachuelo,
dormir a mi lado y tocarme abrazada,
que fueras amante, amiga, consuelo.
Mi Mundo todo, el calor en mi helada
y tus labios sedientos del amor, mío,
tu enojo ya olvidado en la enramada,
no hay tristezas, silencios ni hastíos.
Si fueras quejidos, el sudor de placer
y tu boca cierra mis labios de pasión,
tu amor y tu tierna manera de querer.
¡Que me Ames en alma, vida y corazón!

Del libro Eterna primavera de José Rafael Díaz -Puerto Rico-

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