Conjugados sentimientos
como ríos
trucados y dispersos,
en lagos no correspondidos
de otros destinos,
de otros lugares y estuarios,
¡¡ Amor de niña, mujer !!, ausente
vertido en laberintos sin salida
¡Dudas y sinfonías sin almas!
tormento de existencias,
deseos en las miradas;
glosario sin respuestas…
Altares de verdades,
-amores que lidian
y socavan las orillas
de arenas enamoradas-.
Joaquín Lourido Andrade
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