Ha visto las cicatrices. Escuchado la mentira. Si su amigo le contara que su padre lo quemaba con cigarrillos, quizás olvidaría ser un torturado. Aplasta el cigarrillo contra su piel. Siente. Arde. Huele. Esperará, mostrará la huella, le confesará que también de niño fue quemado.
Del libro Cuentos del amigo de
FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
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