LAS CONDICIONES DE LA NOCHE.

… Y la noche puso sus condiciones,
entre pálidas sombras
que enrojecen,
entre plácidas mañanas
que se niegan a llegar.
… Y la noche,
sin la magia de los gritos y las risas,
se resistió a ser sustituida,
camelada,
encerrada en una jaula de miradas,
de desechos,
de esa calma tensa que otorgan
los relevos.
En una noche,
las pardas ofensas
se vuelven muerte,
se tornan mañanas sin luz,
sin decoro,
en trémulas premuras
que nos acompañan al destierro...,
en una noche,
tan solo en una noche,
en ese devenir de una vida
sin misterios.
… Y la noche puso sus condiciones,
bravía tras el canto de la aurora,
incandescente de sol
que llega,
que previene,
que amamanta a esa nube
que se ha cansado de sufrir
y llora...

Julio G. del Río