Tras un laborioso día
me retiro a mi aposento,
se me hiere el sentimiento,
se me hiela el alma mía.
Me levanto muy temprano
y en la tarde estoy rendida,
que después de la comida
es preciso dar de mano
cuando cae la sobretarde,
ya que no puedo moverme,
¡Por favor ven a cogerme
con la grúa bastante tarde!
Cuando allá en la madrugada,
profundamente dormido,
me despierta tu ronquido,
yo me quedo desvelada
sin protesta a molestarme,
parecieras ser mi dueño,
no dejas que coja el sueño
¡Pues de ti voy a distanciarme!
¡Ay , luna ,luna lunera
levanta de noche mi vuelo,
hazme soñar en desvelo!
su ronquido desespera;
ya noto la luz del día
y me espera mi trabajo...
¡Más, no es a cuesta abajo
mi rutina de agonía!
María Sirena Matrí Mar -ESPAÑA-
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