Mastico bronca y soledades
que llenan mi estómago vacío
regurgita piadoso saudades
de un querer y un hastío.
No se llenan los corazones
por caricias frías y sin sentido,
huecos enormes de desamores
no se cubren con dolor y olvido.
La gula del amor perdido
desea besos y abrazos,
jamás se conforma un destino
saboreando tristes fracasos.
Delgada es la línea del alma
que marca una pasión y su camino,
no satisface carne en la cama
prefiere degustar suspiros.
Ramón Pablo Ayala (Argentina)
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