Se vive un día en la vida,
no importa si es de noche
o es de día, si es claro u obscuro,
si es invierno o es verano, eso no importa.
La primavera florece
y la rosa se baña de rocío,
la brisa canta la ternura de los bosques,
la lluvia bendice el surco y el arado,
germina la semilla y resplandece la vida...
Es Primavera!
El verano sacude su energía
y embriaga corazones, madurez
y vendimia del fruto,
calor y fuego en el alma,
madura la emoción y el calor del amor
hierve de sangre en las venas de la tierra...
Es Verano!
El invierno emerge
a causa del dolor y las heridas
que dejó el verano,
de todos los ayeres, del dolor y el cansancio;
los huesos del tiempo se entumecen
y la sociedad se arraiga en nuestras vidas.
Es tiempo de preparar los huesos al olvido...
Es Invierno!
El otoño por fin,
el último recurso de la vida,
el ocaso de los tiempos, la verdad indefectible,
nuestros huesos, listos y libres
para fertilizar la tierra: nuestra última morada
Ha llegado el final, la juventud
quedó para el recuerdo...
nuestros huesos al olvido!
Muere la tarde,
final del día.
Es de noche.
Llegó el Otoño!
RICARDO FLORES JOYA -El Salvador-
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