Cada noche dormía queriendo oír tu voz
Queriendo sentir el calor de un abrazo tierno
palabras que llenan mis poesías
Eras mi último pensamiento
y el primero en el nacer del día
Mi vida te dedico
es poco
pero es la mía
Imaginaba una voz profunda
Imaginaba palabras llenas de sabiduría
Esperaba un diálogo con respuestas
respuestas que haría mías
Estuve tan cerca de ti
Que desapareció mi idea
Tu voz no era mi voz
era la voz de cualquiera
Te sentí en un llorar
en un gritar de desesperación
en un himno a la alegría
Tu voz siempre me acompañó
buscaba tu compañía
buscándote en el oír
encontré tu sinfonía
Me faltaba situarte en un concierto
situarte en mis días
Reconocerte en quienes
y apreciarte en cuales.
MANOLI SAN MIGUEL HERRERA -Italia-
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