No voy a discutir contigo.
Acabarías convenciéndome
de que tienes razón en lo que afirmas.
Te escucharé atentamente,
en silencio, esperando termines
tu alegato y luego te daré mi opinión
pero sin entrar a discutir.
Porque ni tú me convencerás a mí
ni yo tampoco a ti.
Por eso limítate a escucharme
como yo te escuché a ti.
Sé que hay algunos puntos
coincidentes y desde ahí
tal vez podamos compartir
.
Pero lo dos tendremos que ceder
y aceptar aquello que nos separa
porque si no lo hacemos nuestra unión
será muy efímera y tumultuosa.
Yo estoy dispuesto a ceder.
¿Lo estás tú o prefieres la soledad?
JOSÉ LUIS RUBIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario