“ … Nada es lo que parece, los espejismos solitarios se dan frecuentemente en nuestra sociedad, aunque uno a veces esté rodeado de una multitud, nota y siente esa soledad “siniestra” acechante, que coarta la vida de cualquiera y le lleva y conduce a un pozo sin fondo, a un camino con un final trágico y tétrico, por los avatares vitales que nos rodean, por crisis económicas, por problemas de toda índole que se van acumulando en los cerebros personales y que algún día pueden explotar de repente y sin venir a cuento, pero que en realidad todo se ha ido fraguando poco a poco, con los años, con los avatares y azares terrenos que hacen mutar la personalidad de los seres humanos y por influencias externas perniciosas que nos arrastran por caminos erróneos, aunque nunca es tarde para rectificar, pero luego volvemos a tropezar por segunda vez con la misma piedra casi sin quererlo, porque es una condición humana “sine qua non”.
Caminamos alegremente por la vida sin sopesar las consecuencias de esa alegría e ilusión innatas, sin darnos cuenta que en ésta vida terrenal “estamos de paso” y a veces nos creemos pequeños “diosecillos” que podemos con todo y nos creemos inmortales por nuestra capacidad de raciocinio y nos angustiamos a menudo pensando en nuestra muerte terrenal, que más tarde o más pronto llegará sin dilación por un azar vital o si existe ese “destino” que según dicen tenemos todos al nacer.
Hay que huir de esos espejismos nefastos que nuestra mente y cerebro recrean a menudo y vivir la vida a tope, en el día a día, sin hacer planes futuros, ni previsiones, ni a corto, ni a medio, ni a largo plazo, porque nunca se sabe cuando “la guadaña de la muerte” segará nuestra vida terrenal…
Juan Montero Lobo “Visnú” -Segovia-
No hay comentarios:
Publicar un comentario