No, no me importa nada que me entienda,
yo sé que puedo hacer un universo,
hasta cambiar lo malo por un verso,
provocar llover mil mares en mi senda.
Mi corazón no espera, que él comprenda
que yo prefiera el mar, tal vez, inverso
en la profundidad de un cielo terso
por mi sentir con mi alma como ofrenda.
Suelta mi mano ya, que espero el sueño
donde las flores cantan melodías.
¡Qué me cansé de ti...no quiero dueño!
Tus miradas son crueles y vacías
y chocan sin humor alpujarreño;
¡No aguanto más, me voy por bulerías!
María Sirena Matrí Mar -ESPAÑA-
No hay comentarios:
Publicar un comentario