Nada más perfecto
en esta inédita noche
que esta luna llena
colgada en la ventana
como una marioneta
nada más logrado
que el policromo paisaje
en las laderas
marcando la precisión del tiempo
más rotundo
que la intensión de tus labios
cuando recorren mi piel
que se torna infinita
en los sentidos
más inmensurable
que las tristezas
colgando de las manos
de los huesos
No hay nada más insondable
que la oquedad
que llueve por los gestos
más hermético
que esta máscara con su mueca
clavada en mi rostro
y este silencio
con sus adioses cadáveres
deambulando el hastío
ANAMARÍA MAYOL -Argentina-
Publicado en Gaceta Virtual 90
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