20 de febrero de 1997.
Leo el periódico;
Ha muerto un líder chino
Y yo me tomo un café
Junto a los empleados de basura
De la mesa de al lado.
Afortunadamente y como casi siempre
Visto de negro.
Quemo un cigarrillo
A modo de incienso en su honor.
Es un bonito día para morir;
El sol brilla engañando al invierno
Y el cielo es tan azul y tan claro
Que no puede cerrar sus puertas
Ni negar sus favores.
Un corazón de jade verde oriental
Ha aumentado la colección de mi cuello
Junto a la cruz mexicana de un amigo
Una concha y otras reliquias que me mantienen.
Tengo la sensación de haber matado a alguien.
Es un bonito día para morir.
Del libro En pie de tregua de
DANIEL GRANADO PULIDO -Cádiz-
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