Entre y tú y yo hay un único camino
que tú has recorrido muchas veces
bordeado de rosales blancos y rojos
que no es de tierra ni de asfalto
sino de pétalos ajados.
Dame la mano y pisemos con cuidado
para no dañar el mustio color.
Cuidado no resbales que no quiero verte
envuelta en rojos fugaces.
Entre tú y yo sólo una mirada
nada más nos hace falta
para conocer nuestras alegrías
y nuestras peores penas.
No me mires que ese dolor me niego
a hacerlo mío porque sufrir no quiero.
No me mires que esa alegría
que te hace sonreír nada mío es.
Búscame pero ocúltame tu mirada
que con mis sufrimientos estoy colmado.
JOSÉ LUIS RUBIO
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