lunes, 21 de abril de 2014

EL TÍO MAÑAS


Un padre estaba en el campo con su hijo, aún adolescente, y para ver si el hijo maduraba, le encomendó una tarea para que la hiciese por sí solo.
- Ve con el mulo al tajo,y carga todo lo que puedas.
- Padre, no voy a poder hacer el trabajo yo solo, no creo poder poner el aparejo al mulo y después cargarlo.
- Hijo, si ves que no puedes tú solo, llama al tío Mañas, y verás como acude a ayudarte.
En ello quedó el hijo conforme y se fue al tajo a realizar la tarea encomendada por su padre.
Acabada la tarea se dispone a cargar al mulo y ve que le es difícil, casi imposible, entonces se decide a llamar al tío Mañas como le dijo su padre, y lo llama a gritos ¡¡¡TÍO MAÑAS........TÍO MAÑAS...............
TÍO MAÑAS...!!!
Pero por allí no aparecía nadie, y la noche caía con rapidez.
El padre veía que la noche se cernía y el hijo no llegaba, pero aun así aguantaba y no quería ir por él.
El hijo, viendo que el tío Mañas no acudía, se las ingenió como buenamente pudo, con mucho esfuerzo, con mucho sacrificio, pero al final pudo hacer el trabajo encargado, y regresó a la casa.
Cuando llegó, bien entrada la noche, el padre le estaba esperando, y le dijo :
-¿Que tal hijo?, ¿como te ha ido?
- Padre casi no puedo hacerlo, pero me costó mucho trabajo.
- ¿Necesitaste ayuda del tío Mañas?
- Padre ese tío Mañas del que hablas, por más que le llamé, no acudió, así que tuve que arreglármelas yo solo.
- Estás equivocado hijo mio, ese tío Mañas acudió a tu ayuda, de no haber sido así no te las hubieses arreglado solo. En realidad ese era el tío Mañas, el arreglártelas por ti mismo.

Pedro Soria Moreno -Bailén-
Publicado en la Revista Poetas de Bailén

No hay comentarios:

Publicar un comentario