DIOSA DEL AMOR

Diosa altiva de labios carmín y delicados rasos que apenas cubren su cuerpo, el mismo que debe entregar a varones que rebuscan en sus bolsillos, un poco de polen de flores de un ayer.

Sueños de Dama blanca que en las noches sabe fingir y que su pena arrastra un hijo que ha de alimentar.

Apariencia dura como piedra viva, en su semblante la tristeza de un alfabeto romántico, en su corazón la erosión de un viejo querer.

Espacios vacíos y Alma errante al llegar el alba, tras su carne, un presente difícil de ocultar, pues su hijo no debe saber.

Agua fría en la piel, zumo de limón en sus labios, intentando borrar las huellas recientes de su hipócrita trueque.

Sueños e ilusiones en su memoria que vanamente se han de cumplir, con lágrimas secas va quedándose dormida para nunca volver.

Llega la noche...no la vieron llegar su celda vacía, donde entregaba, pasiones, anhelos, vísceras, mentiras, sollozos con sonrisa de arlequín.

En el umbral del sol un hijo la llora reclamándole un por qué y en su frío cristal yace ya la Diosa del amor.

Valquiria de Lunas