El otro día se produjo un silencio incómodo,
estábamos tres personas y quedamos en silencio
todos a la vez,
de golpe.
Para romperlo nos pusimos a hablar del tiempo,
voy va a llover hoy,
con éste viento no sé yo,
es lo que toca.
Luego observé que al lado,
tres personas,
de edad respetables,
no hablaban del tiempo después de su silencio,
su incómodo silencio.
Hablaban de dolencias, pastillas, apósitos
y de reacciones alérgicas.
Ya nadie habla del dolor,
de la lejanía,
de lo no correspondido,
de la tristeza de amor.
Vuelven a ser malos tiempos para la lírica.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
No hay comentarios:
Publicar un comentario