viernes, 22 de febrero de 2013

MUJER COMPLETA


Cada mañana ves en el espejo
tus propios ojos, pero apenas miras
los puntos luminosos enclavados
en la diafanidad de tus retinas;
destello y transparencia,
y al fondo el mare mágnum de ti misma.
El espejo nos miente,
por omisión al menos; en la tibia
réplica del cristal hay dimensiones,
rasgos, contornos, líneas,
que bordan la membrana perceptible
al que no sabe ver, y sólo mira.
Yo te he mirado a veces en tu espejo,
y he visto a la mujer de cartulina,
o de pintura al óleo, que colgamos
en la pared, fachada un tanto ambigua,
que dice sin decir, pálido adorno,
más que llama, ceniza.
Al mirarte de frente,
taladros en mis ojos simplifican
la acción de conocerte,
y apareces desnuda, cristalina,
como eres en el fondo,
sin falsificaciones, sin enigmas.
No renuncio a la otra,
la que se superpone, la precisa,
la tangible, color y movimiento,
la que susurra o grita.
Pero la quiero en la solemne ofrenda
en que ambas se equilibran.
Debo ser vagabundo de tu carne,
y de tus más privadas galerías;
No es tu retrato sólo mi objetivo,
es la mujer completa, la genuina.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-


No hay comentarios:

Publicar un comentario