viernes, 1 de febrero de 2013

ACASO FUE LA TARDE


Acaso fue la tarde
la que escondió en su penumbra
el sentimiento y lo durmió.

Acaso fue el cansancio
el que envolvió tanta ternura
en un colchón de sueños y lo durmió.

Acaso fue el silencio
el que atrapó al corazón
en un vacío sin ruidos y lo durmió.

Acaso fue el tiempo
el que frenó los impulsos
en un espacio sin formas y lo durmió.

Acaso fui yo
quien invitó a  "mí todo"
a aplacar la tormenta y lo durmió.

Teresa Aburto Uribe
Publicado en el blog poesi.as

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