Nebulosas en mis recuerdos
que fluyen sin normas ni medidas.
Nadando entre sueño y rabia
irrumpe en mi ego quitándome
el descanso deseado y jugando
al fútbol con mi cabeza atormentada
La noche envejece y los grillos
cantan el empiezo del otoño.
Otoño caluroso, veranillo del membrillo.
La orquesta del silencio se pone a tocar
extrañas melodías de etéreo acordes.
Y desde la cornisa de mi alma,
sutiles duendecillos salen y entran
a sus anchas.
Sin miedo ni pudor hilvanan deseos que,
tranquilos dormían en el olimpo de mi eternidad.
Son las cuatro de la madrugada
¿Dónde está el dulce sueño
que cada noche me arropa con cariño?
Me levanto resignada ¡Qué remedio!
No puedo luchar con el sueño que
despierto ha ganado la batalla.
Cojo lápiz y papel
¿Qué puedo escribir?
¿Qué la vida es bella?
En el cristal de mi ventana
La Luna, burlona, me guiña y se ríe
Rosa Ordóñez -Estepona-
DE FACEBOOK - 6136 - HACE OCHO AÑOS
Hace 14 horas
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