En un día tan feliz
En un parque cualquiera,
Escribo bajo una sombra
La tristeza que me aqueja
rodeado de gente estoy,
Por detrás, por donde quiera,
Pero que extraña sordera
Nadie escucha mi atormentada pena.
Me quejo por dentro, en silencio,
Pero descubro al momento que no es
Queja, estoy de duelo, llorar
Quisiera y quejar tendido en el
Suelo, como llorarme,
Si estoy muerto, no tengo doliente;
Pasa desapercibido el ataúd
Del olvido, en un día
Tan feliz, en un parque
Cualquiera, me consumo cual
Hoguera que se apaga hay que pena.
Estoy solo, en el velorio de mi propio
Cuerpo, en un día tan feliz, la gente
Ríe están contentos.
Del libro Versos irrelevantes de ensayos poemáticos de
REINALDO APONTE APONTE
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