Mientras ponía el portal
en mis ojos la fragancia,
amarraba la distancia
en un poste del corral.
Talco de camino real
traía en la guayabera,
y aquella ilusión primera
me decía en los paseos,
que no tenía deseos
de seguir siendo soltera.
Reynaldo Gil González, Limonar, Cuba.
Director de la “Casa Naborí” en Limonar. De su libro: Un espacio en sus besos
Publicado en la revista Carta Lírica 40
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