El amanecer borracho arroja sobre la noche ciega
Las lágrimas ahogadas en la lluvia.
Te invito a dibujar en mi cielo
El fascinante desierto sin espejismos
Y los vientos huracanados sin eternidad.
Las crecientes olas me preguntan por ti.
Retraso el reloj, severo guardian que disecciona mi alma.
Hoy el sermón de las siete palabras vuelve a su pasado.
El espejo negro se apunta otra derrota y llega a la inevitable conclusión.
¿Guarda el disco duro de la memoria las absolutas
E indestructibles cenizas del último encuentro?
PILAR REDONDO -Córdoba-
DE FACEBOOK - 5729 - PAPELETAS
Hace 23 horas
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