lunes, 23 de abril de 2012

DECISIÓN DEL QUE NUNCA LLEGÓ

Yo tendré que negar la pantomima
que han puesto los halcones en mi nube.
El baile es desazón de algún querube,
y me aguanto sin miedo a mi doctrina.
Orfeo tiene cuerdas y domina,
no podrá maldecir esta tonada,
aunque medie entre música y espada
mi cintura que irradia cascabeles.
Los dioses nunca dicen que las mieles
irán al río como las cascadas.
Nos imponen las águilas tortuosas
por el cielo en su viaje sibilino,
presagian la elocuencia de un ladino
ante el mundo protervo.
(Dios, destrozas
nuestras uñas y pinchas las valiosas
efigies que resguarda la prisión.)

Existe tras el agua el aluvión,
las piedras que sostienen tempestades
y vienen a trazar las oquedades
en las que el hombre cifra su razón.

Del libro Los césares perdidos de ODALYS LEYVA ROSABAL

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