UN PUNTO Y APARTE.
Rememorando, por su lectura, estas composiciones juveniles,
más que retratar sus defectos y perecer al capricho tramposo
de rectificar vocablos y rimas, yací en sus emociones,
recreándome en el tiempo de aquellos tiempos. Necio
impulso el adecuar textos al presente, aquellos sencillos
emparejamientos de palabras contenían demasiada emoción
para insultarlas variándolas a estéticas actuales.
Nada que envidiar, más bien al contrario, aquellos esfuerzos
que pretendían ser literarios y plenos de mensaje, se vivieron,
los viví con la desequilibrada ilusión de la inexperiencia.
Creo que me apetece frivolizar un poco así que, como en esa
época escribí un cuento ligero y muy, muy corto, me gustaría
compartirlo contigo pues, una abuela que lo leyó me dijo que
era ex cep cio nal, así lo dijo, entonándolo con mucha
simpatía. A ver que opináis.
Del libro Poemario de un ideario de MAXI CAMPILLO PONS
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Hace 12 horas
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