El discípulo le preguntó al maestro:
—¿Dónde queda el mar?
El maestro
acariciando su blanca barba contestó:
-Queda, donde tu sangre estalle.
CARLOS CARBONE -ARGENTINA-
Publicado por la revista Estrellas Poéticas 47
martes, 27 de marzo de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario