¡LA POBREZA!

Estoy harto, de esta mísera vida;
sin la generosa caridad digna.
que ampare a la persona desvalida,
paupérrima, indigente y desnutrida...

¡Tengo la fe, y hasta la ilusión perdida
en ese porvenir que me convida!

Los días en que vivo me atosigan
en este falso mundo de mentiras;
de egoísmo, intereses, y envidias...

¡Tengo el alma cansada muy vencida;
y la moral deshecha muy podrida,
sin felicidad gozosa ni alegría!

¿...Qué precisa, que mi existencia siga
colmada de fastidios y fatigas,
sin las hermosas honras compasivas?
con solo seres llenos de avaricias,
careciendo de amor y de justicia.

Sin esa dadivosa mano amiga,
que apague esta desgracia tan maldita,
tan ingrata, tan vil, y tan maligna...

MANUEL HILARIO IBÁÑEZ-Sanlúcar de Barrameda-