PLAZA DE ANDALUCÍA
Aquella primigenia
Plaza de Andalucía
era un animado y variopinto
maremagnum de placeres:
headerías, restaurantes,
tiendas diversas,
pubs, cafeterías,
pizzerías italianas,
en definitiva un dédalo
intrincado de comercios
donde la gente iba y venía
sin descanso, exultante
de vitalidad y de bullicio.
Ahora un mismo nombre
retrata una realidad
totalmente antagónica
y decadente.
Apenas se ve ambiente,
todo es taciturno
y triste,
excesivamente moderno
y refinado,
carente de nervio
y de chispa.
El corazón de Algeciras
envejece y decae.
Ahora todo
va más despacio.
Apenas se sirven
ya helados
en las terrazas.
Del libro Tristeza en el Gran Espejo Dorado de JUAN EMILIO RÍO VERA
RECITAL ANDALUSÍ EN LOS BAÑOS ÁRABES
Hace 1 hora
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