POEMA

ATARDECER DESDE LAS ROCAS

Pegado a la roca he dejado
el viejo bote y el gastado remo
y dando unos pasos, unos pocos,
me he quedado absorto
en el horizonte donde se han mezclado
los últimos colores del día
que se dan el último baño
en las quietas aguas del río.

Me he bañado con los colores
antes de que se me escapen
y me dejen en las manos
solo unas sombras sobrecogedoras
que me aquieten el corazón
haciéndome huir lejos del río
hasta acabar perdido
entre álamos y sauces llorones.

Totalmente mojado el frío
del atardecer ha golpeado
mi cuerpo desnudo
con su látigo oscuro
grabando sobre mi piel
unas heridas negras,
intensamente negras,
de donde no brota la sangre.

He vuelto al bote
y tomando el remo
he buscado las luces
de la ciudad que a lo lejos
van durmiendo las calles
desiertas y las casas blancas
con el monótono canto
de sus rayos amarillentos.

JOSÉ LUIS RUBIO