En tanto
En lugar de erigir su escultura sobre un zócalo
Arroparlo con sombras azuladas
Envolverlo en una sordina
Que se pierda en un registro descendente
Entre grietas acústicas
Como una pieza que está siendo ejecutada
Indefinidamente...
(Mientras el poeta se aleja)
El final debería irrumpirlo abruptamente
Las mezclas granulosas y las vetas de lava
Dan fe de un desplazamiento único
O de una catástrofe
Un monumento erigido en honor del “granito”
Con la idea de desvelar su esencia
(Todo un período del discurso
Podría reducirse a esta única proposición)
Como un haz de significados que se yerguen
En direcciones diversas
La poesía nos despierta
Y nos sacude a mitad de una palabra
Nos obliga a estar siempre en camino
La ruta se revela mucho más larga
De cuanto imaginamos
Si el poeta llama a los párpados
“Labios de los ojos”
Lágrimas congeladas
Como cristales
Cuelgan de las pestañas güeras
Así pues
El sufrimiento
Atraviesa los sentidos
Creando híbridos
La composición de una estrofa
Se asemeja al infinito arborecer
De un aeropuerto
O al incansable tránsito
De las palomas mensajeras
Hay que ir con el viento
Y cambiar el velamen
Cuando sopla en otra dirección
No despreciemos la idea
De realizar maniobras
Y bordadas
Al fin y al cabo
Es un deporte evasivo y plástico
El arte de componer poemas
La mutabilidad de la materia poética
Es la más exacta
La más profética
Y la más indómita de todas las materias
Ya que se moldea a sí misma
Bajo una sucesión de fenómenos ondulatorios
La conservación del borrador
Reemplaza aquí
La ley de la conservación de la materia
Mientras que su teología es un recipiente
De exquisito dinamismo alegórico
El calor es anterior a todo ello
Todo volcán
Es un gran hacedor de formas
El poema dirige hacia el autoritarismo
Su lado más frondoso
Cuando es mimado por el dogma
(Por el verbo firme e irrebatible)
Cuando resulta más sonoro
Más concertante
Como sobre el agua o el espejo
El rayo salta sin embargo
Hacia la parte opuesta
En lo autoritario solo vemos el error
Y no nos adentramos en el amplio salón
De la confianza
Nos negamos a ver los matices sutiles
Del doble arco iris que se nos impone
(En toda su majestuosidad)
Cuando se trata del imperio de lo probable
Y de la fe
Nos mueve cualquier cosa
Que no sea
La invención
¡Ni una sola palabra de nuestra cosecha!
Para construir el poema
¿Fantasía?
Pero por favor
¿Qué fantasía?
Se escribe al dictado
Se es un copista
Un traductor
Se adquiere con el tiempo
La pose encorvada del escribiente...
Y si fuera posible como introito
Una bella sesión hipnótica
A la manera de Rilke, de Juan L, o de Rimbaud
Sería realmente saludable...
A todas las analogías ya propuestas
Deberíamos añadir la transcripción
La emulación, la cita...
Así como la pluma es partícipe
Del vuelo de los pájaros
La tinta es un objeto monástico
Y cuando el poema
Parece ya escrito y engalerado
Listo para la imprenta
No deja que le impongamos un punto final
Se escurre
Intenta evadirse como un pulpo
Intuye que todo final es violencia
Estupro
Parricidio
Desprecio irreverente y genocida
Decir copiar es decir bien poco
Se trata de caligrafía dictada
Por los locutores más terribles
E impacientes
Se trata de asociar el calor
A la vocalización de los sonidos
De modular un habla
Por una vez y para siempre
Bien articulada
Nuestro abecedario
Debería ser entramado entonces
Por cálidas telas humeantes
Que ondeen al viento con tintes vegetales
Como un humilde tintorero o tejedor
Dócil al dominio del arte de tejer
El poeta
Situado ya fuera de toda literatura
Traza a mano letras que van a picar
El sebo del sentido
Como si se tratara de un alimento
Tal como las aves picotean lo que encuentran
No hay sintaxis en las migajas
Hay magnetismo
Y la nostalgia viaja asida como por un imán
A la popa del barco
Que un día lo erradicó definitivamente
Del mundo conocido
(Del mundo de las certezas)
Un inefable sentimiento de enorme gratitud
Cae entonces en sus manos:
Debe preparar el espacio para los flujos
Y las influencias
Debe quitar la catarata de la visión anquilosada
Debe procurar que la materia poética
No se escurra entre los dedos
¡Que no caiga en el vacío!
Una colección de minerales
Es el mejor comentario orgánico
A estos quehaceres
Las piedrecillas que arroja la marea
Han sido siempre de gran ayuda...
Pedir consejo a los yesos cristalinos
A los feldespatos
Al cuarzo
Y a las micas
Es adentrarse en la palabra que nos llama
Desde la lava ígnea alumínica y plutónica
Que la ha creado
En las profundidades de la corteza terrestre
La piedra cuando aflora
Es ya una concreción meteorológica
(Es el clima mismo)
Colocada en un espacio funcional
Por la labor de los mineros
Concreta la relación del magma y la cultura
Es así que cultivando la cultura
Como la roca
Esta se enciende
Y nos da lumbre con el poema-piedra
(Como en un diario expresionista
Acumulado durante millones de desastres)
Y se proyecta también hacia el futuro
Pues la piedra escuchó el sonido armónico
Del tiempo suspendido
(Una eternidad sin lágrimas)
Y luego el órgano que vibra
En ella
Desde el inicio de los tiempos
Adquiere la facultad de moverse...
Todos sus tubos y todos sus fuelles se exaltan
(Con rabia y con frenesí)
Creando un primer caligrama
Compuesto y ejecutado
Con los recursos del caos
Que es a la vez una parábola
Y algo ya concluido
El buque-prodigio sale entonces del astillero
Con las conchas adheridas a él como sopapas
Mientras un Martín Pescador
Revolotea en torno
Curioso
La materia poética existe
Solo cuando está en movimiento
No tiene forma y está privada de contenido
No escribe con colores
Ni se expresa con palabras
No tiene voz
Es una serie de impulsos
Mutables y convertibles
Como los garabatos de un diseño
Siempre inconcluso
Allí por fortuna
Nada está en su lugar
Salvo el duro granito
De un certero adoquín
En pleno vuelo
Eduardo Magoo Nico