miércoles, 30 de noviembre de 2016

ROJO PASIÓN


PROVERBIO CHINO


Proverbio chino:
alguien dijo que el dragón es un animal quimérico
y yo soy tu dragón, y como tal te devoro...
osease: admiro tu color canela,
el olor a vainilla fresca
y el zafiro de tus ojos de miel.

Pero en verdad lo que me disloca y me mortifica
son tus muslos de terciopelo;
longilíneos cuyo formato rompieron
el molde cuando los hicieron.

Donde se juntan hay un hoyuelo
que es la perdición de mi sensatez;
y el enigma de mis desvelos.

Lo perverso de mis manos inquietas
que puede ser el tacto de la orquídea;
si hay orquídeas: en la palpación, seda, olfato,
gusto placer o tacto...

O más que seda y tacto; es la invitación
que perciben estas locas manos,
de lo húmedo, de lo inconfesable...
dado el deseo insaciable
de una mente mas bien enferma...
Pero todo es alcanzable y satisfacción final...

Rafael Chacon Martel

ME VOY DETRÁS


me voy detrás de ti sin encontrar el camino
como se busca una aguja en un pajar...

Leon Contreras -Colombia-

ÁNGEL A TU CUIDADO


No hay mejor colchón
que tu amorosa espalda,
ni nana más bella que tu respiración,
música sosegada para mi alma niña.
Súbeme padre,
a la plateada grupa de las nubes,
enséñame a coger estrellas
que calienten mis bolsillos,
el arte de soñar despierta, enséñame.

Tu sonrisa agranda el mundo
y llena de colores
la blanca pecera de mi alma,
barro soy de ti,
ánfora de sueños que moldeará tu mano.

Alas a tu lado me crecen,
echemos a volar
ajenos a quienes contemplan
desde un café nuestra dicha.

Enmudeció el silencio

Cada día es más silencio tu silencio
y no sabe el alma
cerrar en falso las heridas,
ni engañar a la noche que sigilosa se acerca.
No sabe de atajos
para aliviar el dolor,
llora mi ama tu ausencia,
tu despoblada memoria,
yo ante ti, sin nombre.
Tu cuerpo ya de ángel,
teje sus alas, ensaya el vuelo,
quiere marchar.
Cuando te comparta con el aire,
entre tanta soledad,
entonces
dame tú razones para la vida.

ELENA DÍAZ SANTANA -Salamanca-
Publicado en Luz Cultural

OTOÑO IV


Ellas son ellas y viven en la calle. Las he visto. Peregrinas,
dueñas del pavimento, el tiempo, su abandono y...

Siete horas después volvió a tejer bufandas
para cada paloma de la plaza. Las llevaban volando
por el pico. Las llevó disfrazadas o arropadas.
Las bufandas de él, quien ese día,
no regresó a dejarle la mañana.
Palomas desveladas en la plaza. En la panza del parque
y en la calle, se llevaron su sueño. Y caminaba,
acaso sorda o ciega, acaso triste. Tejiendo el tiempo
para más bufandas.
Las bufandas de él, las que ese día,
no regresó a dejar por la mañana.
Derecho y al revés de su agonía, hiló Fernanda el tiro
de chimeneas por aves, y emplumadas… se le fueron,
reuniendo los recuerdos:
Bufandas para Juan, que hacía del día,
un regreso a besar en la mañana.
Siete horas después y ya el camino, del pasillo a la banca
y lo vivido, profundamente a oscuras. La mañana
un capricho de otro, que alacena, estibó los recuerdos...
Bufandas del deseo, que extinguido,
tiñe trazos ausentes, de mañana.

Livia Díaz (México)
Publicado en Los puños de la paloma

SOMBRA CAMINANTE POR ETERNO


A un poeta que se fue con el río,
Javier Heraud

Avanza la noche
callan las piedras a su paso
agazapada va
es cómplice el viento
es mudo el polvo
es cemento desde esta noche...
…y es la más negra de las noches
y es que se va con el río
se llevan la piedra
y hasta dicen que
ha perdido ya su nombre
tras la mirada oculta
de una niña en silencio
van eclipsando sonrisas en su afán
no es más luz, ella dejó de existir.
El ronquido de la noche
es gruesa gota de rocío
un tambor a lo lejos
anuncia su muerte
y entre fieras
han plagiado su estertor
el búho no sabe más de cantos
sus últimos y jóvenes graznidos
fueron de las tinieblas su tapiz
ahí va por vez nona
estertor tras estertor al olvido
mientras su esencia tamboril extraño
no hay piedra o camino que
no haya desandado
y hasta es inútil el pedido
de su aorta que lanza su quejido
que no tiene eco ni sonido
hoy sólo ha pedido un murase al cieno.

GLORIA DÁVILA -Perú-
Publicado en La Biblioteca

EL LIBRO NEGRO


El libro negro negro negro
de las páginas que aúllan
los nombres del fin de los finales,
carbón de una máquina de tren arrasadora
que se deja los sentidos en el punto muerto
justo en la esquina incógnita de los arcángeles.
¡Libro de la mierda!
¿Por qué te tragas mis palabras?
¿Es tú hambre con lo que me pagas?
Jornalero famélico
en un campo de plástico y cartón,
vértebras sin albur.

El libro negro negro negro
de una basa de alquitrán
para ahogarse sin salvación,
petróleo de la conciencia
humo cenizo para intentar volver a querer
en ese jardín pegajoso,
¡esas mujeres que amé a través de los túmulos!
Esos lapsos en que ofrecí más allá de cualquier mascarada,
esa piel que ya no era sintética
ese roce que era la arqueológica pasión corporal,
¡Sí, esos besos sin sabor a negror!
¿Dónde está la presión de tu sudor?

El libro negro negro negro
lentamente acaba con todo,
tus ojos zozobran en el aceite maléfico
mis dedos se separan quebrados de cualquier rosal,
el mismo necio vuelve a escribir
páginas que engullirán oscuridad

Del libro El libro negro de Carlos Daminsky (España)
Publicado en Editorial Alebrijes

GROSELLAS


En su congregación monacal
de silvestres monjes congregados,
la grosella congregacional,
arracimada en un gregario haz
de verdes gemelos conjurados.

Pesado el ramaje, agobiado
por el peso de la grey racimal
apretujada en tan breve espacio,
hinchándose de sus zumos lácteos,
creciendo hacia la madurez carnal.

Plenitud de la ampolla monacal
en la roja redondez de hermanos
célibes en un arrobo sexual,
pletóricos de semen germinal,
y obedientes en su celibato.

En julio sus senos picoteados
por los mirlos de aire crepuscular,
o por mis dedos acariciados,
antes de hincar el diente extasiado
en la roja pulpa libidinal.

ULISES VARSOVIA -Chile-
Publicado en Periódico de poesía

EPIFANÍAS NACIONALISTAS


Puede que la vida sea levantarse al alba, escribir unas cuantas líneas y dejar que se enmarañen solas, como por azar o inercia, quizá por destino. Son las palabras, entonces, las que toman las riendas de la realidad y la nombran y deshacen, igual que nos nombran y nos deshacen, dejándonos a la expectativa de unos hechos que hemos provocado sin imaginar, siquiera, su razón de ser, sus terribles o magníficas consecuencias, su textura de eventos surgidos más allá del límite retórico entre la necesidad y el deseo, el filo dialéctico de un par de sílabas cayendo sobre el mundo y encendiéndolo, al fin brasa y resplandor, la luz en el rostro, el rubor de la ceniza como consumación de los siete días que dura la vida, su viaje al centro de uno mismo y sus circunstancias. Hace ya un siglo de la Gran Guerra y oigo, alrededor y adentro, los mismos murmullos sepulcrales, pero enardecidos, de siempre. Será que el mundo es una polifonía infernal que precisa, de vez en cuando, de la pausa y el silencio, la combustión lenta de las palabras y los significados, la digestión pesada de la sangre y, perversa, del horror. Nos queda luego, ahora, observar cómo el vuelo rasante de los nacionalismos va llenando de grietas, como zanjas, la página en blanco de las tierras convertidas en campos de batalla. Poco importa si en Crimea o en la Cataluña herida de sí misma y de los políticos que se la han hecho suya. ¿Hasta cuándo seguirá siendo, el mundo, una letanía y un salmo, una epifanía nacionalista, la oscura premonición de una catástrofe?

Juan Planas
Publicado en Agitadoras revista cultural 52

UNA MONEDA CAE EN CÁMARA LENTA


El ángel arroja una moneda:
tardará siglos en caer.

Unos apuestan a la vida.
Otros apuestan a la muerte.

La moneda gira por los aires,
lentamente,
y no quiere caer
porque descree de su suerte.

Mientras tanto, una voz conocida
nos incita:
¡A elegir!  ¡A elegir!
y todos miramos hacia arriba
esperando el desenlace.

La sutil diferencia entre creer y no creer
no está en los otros.

¿Apostaste a la vida
o apostaste a la muerte?

La sonrisa del ángel puede durar un siglo.

Julio Aranda -Argentina-
Publicado en el blog elescribidor

LA PUERTA


 La puerta del dormitorio se abrió sin ruido y el hombre, después de atravesarla con éxito, dio los primeros pasos sobre la alfombra, los ojos bien abiertos, más que nada para no caer en alguna trampa que el bosque pudiese haberle preparado. Ya con unas cuantas horas de caminata sobre el lomo, levantó la cabeza y observó el empapelado en las paredes. La mirada le sirvió, entre otras cosas, para identificar a su derecha una rajadura y entonces calculó que, de seguir con ese ritmo de marcha, llegaría al valle poco antes del amanecer y allí podría descansar y recuperar energías.  Entusiasmado al imaginar la meta, no se detuvo, más bien todo lo contrario. En una zona especialmente trabajosa, mientras manoteaba con fuerza para abrirse paso entre la vegetación, advirtió que por suerte la luz del velador, que alguien había dejado encendida, lo ayudaba a guiarse entre los árboles y las plantas, que parecían cubrirlo todo, salvo ese caminito que ahora él pisaba con un entusiasmo renovado y que poco a poco iba dejando atrás, al igual que iba dejando atrás la pesadilla en la que él mismo se veía envuelto en una especie de  follaje  que  se  le había  metido  en  la  habitación,  del  que  sólo  se  podría  librar si  lograba atravesar una puerta que veía de reojo.

Mario Capasso
Publicado en Estrellas poéticas 59

ESPECIE


Somos un ramaje vigoroso en la noche elegida
la cifra oscura de un amuleto
una edificación precisa
o una costra desgastada
lo que queda de temor
en el crujir de las hojas.
Cada uno lleva una partícula de fuego
confinado a los límites de los parques
obedece a un ímpetu de tigres al caminar
y puede reconocerse en su par por vestigios
de ceguera y hambre.
Somos la luz breve de los adornos deslucidos
la escritura del paraíso postergado
una cicatriz de hiedra para una edad que olvida
cada uno es un prisma de espuma y nieve
búho y alazán.
Pero no se puede declinar tantas veces
sin renacer de una estela
ser un pacto devorado por la sombra de una casa vacía
la clave del séptimo ciclo
sin ser vino maduro
profecía de los ojos en dirección al cielo.
Somos la sangre que fluye por la herida de una espina
el rugido de las bestias
una polvareda de miedo y maravilla
la especie de animales que desertan y se retiran
a morir en soledad.

MARINÉS SCELTA -Argentina-
Publicado en Gaceta Virtual 117

CIUDAD BOLÍVAR


Ciudad Bolívar bella ciudad angostureña
Quiero brindar contigo en esta fecha memorable
Junto a tu perenne centinela
Roca milenaria y el cantar del majestuoso Orinoco
Quien te arrulla con su fluir de aguas cantarinas
Así como a paseantes desvelados que recorren tus orillas
Desde el malecón a la Carioca
Al despuntar la aurora despides la ruta de las nubes
Y recibes el esplendor de un nuevo amanecer
Que día tras día acude a calentar tus lares
Desbordando fulgores de una ciudad ansiosa
De romper barreras de tanto desamor y desidias
Para seguir siendo creadora de sueños y esperanzas
En la Patria nueva.

AMARILIS SIU RIVAS -Venezuela-

MOLINERO DEL AZAR


“Diamantes son pedazos de carbón
que persistieron en su trabajo”
Epígrafes de Forbes
                                           
Muele, muele molinero,
no abandones tu destino:
muele y muele en tu camino,
alcanza el lugar cimero.

Las aspas de tu molino
son las aspas de tus ansias
que te darán las ganancias
al final…¡oh, peregrino!

Muele, muele molinero
mueve, mueve tu molino,
busca, busca tu destino
que gana el que es  tesonero.

No te canses, molinero,
molinero del azar;
¡podrás tu estrella alcanzar
si tus aspas son de acero!

No te  canses molinero
piensa que el camino es corto;
ve en el resplandor del  orto
con la “fe del carbonero.”

Todos somos molineros
en pos de nuestro destino
y molemos el camino
con ansias de marineros.

Si alcanzar quieres la estrella
al final de la jornada,
de amor y paz, haz cruzada
y deja una limpia huella.

¡Haz que tu molino sea
MENSAJERO  NAVIDEÑO,
y haz  realidad aquel sueño
de Cristo de Galilea!

Leonora Acuña de Marmolejo             

“MAC”


Hacer mi nombre

Luego: escribirlo

Sólo hay dos maneras
de escribir mi nombre
en la mezcla
(y son lo mismo):

la correcta
y la mía.

“MAC” (“Mac y sus hermanos”), filme dirigido por John Turturro.

Del libro Fundido encadenado de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-

RESOLANA


Esta ciudad
parece
un nombre borrado
El sol es una goma de borrar
que nos vuelve opacos
transparentes
Aquí
casi ni hablamos
Nos comunicamos
con gestos deleznables
porque ni ganas dan de abrir la boca
Hay días en que ni yo mismo
quiero hablar
Llegará el día en que se me olvide
el nombre de esta ciudad
cuyo pasado también se nos olvida
Lo único cierto es ese sol de Angostura
cada vez más intenso
Su luz nunca se esfuma

Del libro Poemas de la Angostura de NÉSTOR ROJAS -Venezuela-

TE VI


Te vi, concentrado en lo cotidiano,
manera imposible de encontrarte,
te vi, aunque ni me miraste.
Sentí tu mirada cansada.
Te vi con el corazón y el alma,
calmado y rodeado de las cicatrices de tu vida.
Te vi, no lo creía, eras tú,
no te confundiría ni entre miles,
ni en otras vidas, eras tú.
Te vi y me percaté que no sentí el frío sudor
en la espina dorsal,
ni provocaste el acelerado latir de mi corazón.
Te vi, en mis sueños eras tú,
me sentí diferente.,
Sentí que eras el mismo
y algo en mi había cambiado.

MERCEDES GIL -Venezuela-


VIII


Luna de anoche,
hoy no serás la misma.
saldrás más clara,
o más oscura…
Hoy no serás la misma,
estarás más triste,
o más enamorada…
pero no serás la misma,

Cambiarás,
porque eso hacen
las lunas.
Cambiarás,
porque eso enamora
al sol.

Del libro Más que el temblor de Emy Torrealba -Venezuela-



OJOS QUE NO VEN…


El caminante sigue el sendero escarpado, abriéndose paso a paso por entre la maleza. Frente a él, un león. Se observan en silencio. El pelo de ambos se eriza.
El hombre abre frente a sí el paraguas, escapando su mirada del inminente final.

José Luis Rovira (España)
Publicado en Escribimos 56

LUCERO


Cuando volvía al pueblo, sobre el sendero, entre el polvo y la noche cayó un lucero.
Yo no quise tomarlo porque sabía que en el verso los astros palidecían.
No toquéis al lucero que se ha dormido sobre el polvo, de noche, camino al río.

Irma Cuña
Publicado en la revista LaMásMédula

CABALLERO BONALD Y QUIÑONES



DES- MEMORIA DE TI


"¿Por qué recuerdas que la luz se muere
y en cambio olvidas que también muere la sombra?"
Roberto Juarroz

No me preguntes cómo sostener tu nombre cuando la tarde cae en los
cristales y una extraña ausencia sin raíces comienza a transitarnos…
¡He olvidado de pronto tantas cosas!
Apenas recuerdo aquel enero en que la noche se nos hizo primavera y
rompimos los espejos para vernos renacer, o cómo conseguimos que el azahar nos
poblara las heridas borrando todas las cicatrices que marcaban nuestras vidas.
No sé si era el color de tus ojos, tan diferentes a los míos, o la terca
redondez de tu mirada lo que nos hacía sentir que existían caminos nuevos donde
el amor podría pronunciarnos.
No recuerdo cuándo la lluvia se nos hizo otoño,
cuándo se durmieron los labios
por dejar caer los besos al abismo insondable del silencio,
cuándo la mar cansada de tantas esperas se nos volvió fría.
No dejo de preguntarme de qué sirvieron tantos adjetivos pronunciados,
cuando el temblor del junco erizaba nuestras pieles haciéndonos vértigo
derramado en caricias.
He olvidado la risa… la risa que se nos hacía amor entre las sábanas.
¿Dónde han quedado tus huellas?
Tus huellas en mí… ¿Dónde?
¿Qué idioma sin racimos de duda inventaré para nombrarte azul, cuando el
regreso a ti se me haga inevitable?
Tendré que deshilar el vidrio o templar el vuelo de los pájaros para retornar
la memoria a tu recuerdo.

Ana Villalobos Carballo (Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 31

DEL AMOR DESCONOCIDO


Del amor desconocido
me gustan las maneras
a qué budacristoalá
o como lo llamen
dar las gracias por
el árbol florecido
el solcito detrás del vidrio
el abrazo del compañero
la cerveza compartida.

Del libro “Cómplice en la mirada” de Antonia B. Taleti -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti

FIDEL, SE MULTIPLICA EN MILLONES


En la historia de Palante,
de humanismo, y las naciones,
se “multiplica” en millones
nuestro invicto Comandante.
Dando pasos adelante
se “multiplica” tu ser;
en el digno hombre, y mujer
de tu patria liberada:
¡En los muros del Moncada
y en los niños por crecer!

María Magdalena Cabrera Zamora -Cuba-

DISTANCIA


La distancia era un hilo roto,
más arrogancia me acercaba
y mis ojos eran dos búhos.

Sabía que huir era la primero,
y que chocaría contra la espuma
de los días y las sombras

y que cuánto más huyera
más cerca estaría
del tesoro imperfecto

y del deseo sublimado
que convertiría el tiempo
en el tacto de tus dedos.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

martes, 29 de noviembre de 2016

DEGOLLADA


No estaba allí. Puertas y ventanas estaban cerradas. No recibiría mi mensaje. Tendría que irme sin verla porque solo disponía de una hora. Llamé a la puerta esperando que me abriera. Esperé unos minutos pero la puerta siguió cerrada. Hoy no la vería. No volvería hasta dentro de dos meses. No podría comunicarle la noticia en persona. Lo haría por teléfono. Antes de marcharme definitivamente decidí intentarlo de nuevo. Llamé y empujé. La puerta se abrió. A tientas avancé. Un fuerte olor a podrido atrajo mi atención. El olfato me guio. A unos pasos hallé un rastro de sangre seca que continuaba más allá de la puerta roja. La abrí. El olor era insoportable. Tres gallinas y dos gatos llenos de gusanos se descomponían en el fregadero y en el suelo. Alguien les cortó el cuello hacía al menos una semana. Éste era el tiempo que la casa estaba deshabitada. Mi mensaje no llegó a sus manos. No sabía que la visitaría hoy. Una vez más nuestros caminos no se encontrarían. Además me preocupaba lo hallado en la cocina. Lo de las gallinas no era raro pero sí lo de los gatos. ¿Por qué degollarlos? Era un acto de un desequilibrado. Eso no me gustaba. Abandoné la casa muy preocupado pensando que ella, tal vez, estuviese en peligro. Yo no podía ayudarla porque ignoraba donde se encontraba en aquellos momentos.
Una semana después en las páginas de sucesos un artículo llamó mi atención: Encuentran el cadáver de una mujer en el fondo de un barranco. Había sido degollada. Las iniciales del nombre de la asesinada coincidían con las de mi amiga.

JOSÉ LUIS RUBIO

POEMA DEL EXILIO


Me voy ...
Me voy ,
Aunque no sepa adonde,
Quizás me despido de la vida
Y me voy alejando un poco más de la muerte.

Me exilio
Casi sonámbulo
Solo por sentir el abrazo
Del viento sur.

Me voy para no volver
Como ya he partido antes...
Y siento miedo
Si en mi corazón de hombre
La oscuridad se viste de negro .

Aunque sea el principio del fin
Sólo por sentir el cálido abrazo
Del viento sur,
Me marcho...
Quizás sin saberlo.

Buscando el viento
Que en otros ojos anida,
Me voy...
Para no volver ,
Para esta vez... no volver.

Nelson Eryck Castillo Inostroza 

ME IMAGINO


Me imagino
a tu lado
compartiendo ese camino,
repleto de confidencias.

Dejando
que nuestras almas
bajo estrellas fugaces,
desnudas se miren.

Si esta noche
se quedará sin luz,
si mi amanecer
perdiera el sentido,
junto a ti
dejaría de sentir frío.

Quizás entonces
hiciera conmigo
lo que siempre
hubiera tenido que hacer.

Declarar la paz
en plena batalla,
acallar esos gritos
que esconden heridas,
y hacer trizas
esa soledad que nos apresa.

VICENTE ALMELA GARCIA -VALENCIA-

CATARSIS II


Me duele esta locura que me arrastra al olvido que se llevará el viento
olvido que me hiere en el pecho, ahí, donde dicen que habita el alma,
cuando miro por doquier solo alcanzo a ver tristeza, miseria,
y una rabia encallada que espero que un día cercano explote
arrastrando a los culpables por los sumideros con la mugre acumulada.
En este tiempo de silencio, largo silencio, pergeñado contra un pueblo
de héroes, asaz desconocido, que se dejó adormecer por cantos de sirena,
una sirena que propalaba la falsedad de una abundancia rancia,
consumista, una burbuja que estalló en la cara de innumerables inocentes
de incautos trabajadores que creyeron el cuento que querían creer,
gastando más allá de lo que poseían, como si todo aquí fuese gratis total.
Solo la cohorte aferrada al poder y sus felatores esquivaron los daños,
a los de abajo les reventaron sin preaviso el presente y el futuro
con despidos, embargos y desahucios, lanzándolos a los pies de los caballos
de banqueros piratas que cual ave de rapiña se aprestaron a comerse los restos
de un festín al que se invitaron solos y del cual despojaron a sus dueños.
Jueces y tribunales que fallaron a favor del más fuerte y de un gobierno
que legisló para aquellos que le habían puesto en la poltrona.
Políticos muñidores, corruptos pero aferrados al poder como ladillas
y extrañamente, un votante que regalaba el voto a vendedores de humo,
a los que vendían la panacea ya increíble de reinventarse nuevamente
a si mismos evadiéndose de la ciénaga donde se hallaban inmersos,
a punto ya de ahogarse en el pantano de corrupción en que se revolcaban,
un goteo interminable de visitas a los juzgados antes de que les caiga
la condena más leve, ya se encargaron ellos de situar a sus amigos
y simpatizantes, en esas esferas donde ellos de manera silenciosa colocaron
sus piezas de ajedrez por si llegaba el jaque mate, por si venían mal dadas.
Empezó el tiempo, en que la justicia llama a consejo a los caídos en las redes
gente que se creyó impune, ahora son expulsados como apestados, para seguir, para hacernos creer que actúan con las manos limpias, mas todos, todos,
todos son culpables por acción u omisión, aquí no hay inocentes.
El gallego impasible, sigue, doliéndose calladamente por los que abandonó
cobardemente en el camino, pero rehace su nueva singladura con gente amiga, gestores de empresas acusados de contaminación, elegidos para dirigir el medio ambiente, encausados, familiares de evasores donde todos cotizamos.
Otros, cambiando el “no es no “, pero te dejo pero y ya veremos, asesinaron a traición al que se atrevió a defender éticamente lo que les llevó hasta allí.
Una catarsis es lo que esta gente necesita, nosotros no, nosotros necesitamos
un pueblo que despierte del sopor al que fue sometido y aún no despertó,
convenciéndoles para cambiar este sucio presente, por un límpido mañana,
nosotros necesitamos un cóctel más explosivo, necesitamos ya, una revolución.

PACO LAINEZ -Ponferrada-

HACIA EL FRÍO DE LA AUSENCIA


Se abrieron las cancelas a la noche
Salieron los caballos a la noche
A. Colinas

Antes de que el frío se apodere de mi alma
abro las cancelas a la noche
para ahuyentar mis miedos
y preparo la senda
para no romperme,
en la nada de tu ausencia.

Si se hace lágrima la tarde,
enjuga mi desconsuelo,
pon brasas en mis manos
y retorne a mi noche la vida.
Serás la estrella que brille en mi cielo
la música que pueble el silencio
donde he de encontrarte,
toda tú inalcanzable.

Antes de ser luz
posa tu piel en mí,
mariposa de nieve
que arde en lo que toca.
Celebrará i corazón la primavera
empapado en tu ternura
cuando escampe la lluvia.

ELENA DÍAZ SANTANA -Salamanca-
Publicado en Luz cultural

ESTADO DE SITIO


I

No eran soldados
y no tenían botas.
No eran policías
y no tenían escudo de protección.
No eran funcionarios públicos
con máscaras antigases.
Son mujeres.

II

Hay atenienses que heredaron hostiles
machetes circunstanciales, y danzan,
convocando a Tláloc para beber sus ojos
secos, de mirarse hermanos en la muerte.
También hay atenienses que cerraron las puertas,
y quisieron salvarse, antes de ser crucificados.
Se cierra también la boca,
hay muchos lobos sueltos esperando su aullido.
También hay atenienses violadas
cada 30 minutos y en noticias,
que las recorren una y otra vez
sobre un asfalto, lleno de vergas
sin memoria.
También hay atenienses ávidos de paz
y concordia.
Y retretes para la incomprensión
esperando ser llenados.
También hay atenienses dolidos
repitiendo la historia
sin poderlo impedir.
Y observadores, camuflados en sombra
atisbando por si encuentran en ella
su circunstancia.
Y hay flores,
emplazando a los cuatro elementos de la tierra
para sobrevivir,
aun en la ausencia de palabras celestiales
también hay uno que dijo:
que las liberen del pecado,
que las disequen,
que las capturen,
no vaya a ser que las visite otra rebelión, y las convierta
en un emblema de paz.

Livia Díaz (México)
Publicado en Los puños de la paloma

ZURDA


Mi mano izquierda me duele.
Me duele mi mano izquierda.

Siniestra simbólica de todas
mis costumbres dañadas…

Duéleme, mi izquierda mano.

Por las trasgresiones de mi cuerpo.
Por las trasgresiones de mi mente.
Por las trasgresiones de mi diestra,

de mi pecho y espalda,
de mis labios y lengua,
de mis ojos y alma…

Como aquel día que mis
párpados no se cerraron
a tiempo… y miré.

Por todas estas trasgresiones
me duele mi izquierda mano;
y el resto del cuerpo,
el resto,
el resto del cuerpo… es salvo.

Parix Martin Cruzado Jiménez -Perú-
Publicado en La Biblioteca

HONGO


Esqueletos de cuarzo
y un poco de sal
de aceite y vinagre.

Salsa de mayonesa no.

Ni ketchup ni mostaza.

El último día
es como una hamburguesa rápida.

Esqueletos de santos
y un poco de pimienta.

Risa de las risas
a la sombra del gran hongo.

Toda tierra es un borde abierto al vacío
en el que tomar asiento. Tickets a la venta.

Del libro El libro negro de Carlos Daminsky (España)
Publicado en Editorial Alebrijes

CUANDO VUELVA A CASA


Cuando vuelva a casa
Madre me abrirá la puerta,
y quedará frente a mí

como una estatua viviente.
¿Qué le diré a Madre
cuando vuelva a casa
y me abra la puerta?

Y me besará la frente,
y me apretará las manos,
y me mirará en los ojos
con sus ojos de niebla.

Y tocará mis mejillas,
y girará en torno a mí
palpando mis ropas,
sacudiendo el polvo.

Madre me abrirá la puerta,
y en sus labios muertos
todas las lenguas terrestres
se agolparán, gritando.

¿Pero qué le diré a Madre
cuando vuelva a casa
y me abra la puerta?

Ulises Varsovia -Chile-
Publicado en Periódico de poesía

TITULARES DEL FIN DE SEMANA CULTURAL ESPAÑOL


“Un hat-trick de Quevedo aúpa al Atlético Simbolista al frente de la clasificación”

“Góngora y Garcilaso, este último con molestias, dudas para el partido de vuelta”

“Cortázar supo leer el partido. Sus cambios fueron determinantes”

“Unamuno vuelve a marcar de cabeza. El Pichichi más cerca”

“El realismo mágico funciona mejor con el doble pivote”

“La temprana expulsión de Borges –por juego duro- condicionó la marcha del partido”

“Séneca aún confía en la remontada”

“El juego permaneció veinte minutos interrumpido. Radicales del Positivismo lanzaron una bengala al campo”

“Proust no estaba en fuera de juego”

“Platón se sincera: Fue penalti. Abrí el libro con el pie ”

Il Gatopando
Publicado en Agitadoras revista cultural 52

CAOS


El caos es territorio de la herida
donde no llega el viento del amor,
donde ya sólo fluyen
las lágrimas de exilio
de una apátrida.

Ana Muela Sopeña -Bilbao-
Publicado en el blog el escribidor

AQUELLA NOCHE


 Aquella noche figuraba entre la Caracas farandulera, la que no duerme y se empina entre el whisky, amigos, el humo del cigarrillo. Las horas transcurrían vibrantes, la imaginación febril, la fogosidad bajo el influjo de la música, luces, aroma y la algarabía del lugar. Hombre y mujeres como impermeables. Todo les resbalaba, hasta el atropello de las miradas. Las  palabras  salían  y  entraban  apresuradamente  de  sus labios como una avalancha diseminada por el lugar absorbidos por el arrebato del momento. ¡La moral no importaba, solo las ganas..! Unas curvas bien pronunciadas o algunos labios húmedos que apaciguaran las ansias hambrientas enhebradas a sus pieles. Buscaban saciar el deseo como quien busca algún nombre en la guía telefónica y aunque no la vea ni la acaricie presume haber encontrado el amor hecho hambre, aunque después de los tragos, el sudor, el sexo y las frases estrenadas ni siquiera las recias caricias fabricadas recuerden ni uno ni otro, ni la asocian a la noche de anoche y al mirarse cara a cara, la interrogante ¿qué hago aquí?   Bajo algún pretexto alzan el vuelo, digamos que por algún motivo se esfumaron los recuerdos, las huellas, el deleite y todo queda en una simple despedida. Así es la vida en esta Caracas enérgica, en la Caracas que no se sosiega.

Noris Roberts -VENEZUELA-
Publicado en Estrellas poéticas 60

YA VES QUE HA LLEGADO LA HORA DE PARTIR


ya ves que ha llegado la hora de partir
el momento en que tus manos me sueltan
todo un invierno encima
partimos para dar con el viento
que aleja los recuerdos
y nos convierte en un hermanado nadie
partimos para que cada uno cante cuente
la retaceada historia de los días
la no escrita leyenda de los pasos
los mensajes que van en la sangre de los ríos
es el azar que cumple con su destino
no has crecido ya ves yo tampoco
y no hay víctimas ni espera ni esperanza
para Antonio Di Benedetto

HERNÁN SCHILLAGI -Argentina-
Publicado en Gaceta Virtual 117

FETICHE


Ella dejó su zapato de tacón alto abandonado en la fiesta; el príncipe lo cogió y se dispuso a buscar en toda la comarca el pie en el cual encajara aquel accesorio. Finalmente lo encontró. Ahora el príncipe vive contento, tiene en el centro de su habitación ese hermoso zapato de oro, y dentro de este el pie cercenado y disecado de la muchacha pobre que murió desangrada a sus manos.

Carlos Enrique Saldivar Rosas (Perú)
Publicado en la revista digital Minatura 152

ATAVISMO


Yo mujer atávica en eras remotas
Aprisionada con tabúes
Y el sentir erótico
Sin presentir el vértice del tiempo
Y en varias dimensiones
Así en extrañas horas opresivas y asfixiantes
Vivía esta mujer
En un mundo inventado
Por el hombre

AMARILIS SIU RIVAS -Venezuela-

MENSAJE NAVIDEÑO


“Con el barro de la tierra haz una copa 
para que beba tu hermano.”  
Antonio Machado

Tiempo de Navidad, tiempo de paz,
 tiempo de reflexión, tiempo de cambio
 Ven hermano, y perdona mis agravios;
 ven  amigo, y perdona mis ofensas.
 Dame la mano,  hagamos una ronda;
 todos somos hermanos,  eslabones
 de la inmensa cadena universal;
 no la hagamos cadena aherrojada.
 Vamos hermanos de América toda,
 de África, Europa, Asia, Oceanía,
 y todos los rincones insulares:
 icemos la bandera universal.
 Traspasemos los límites falaces
 que separan las razas y los hombres.
 Honestos, compasivos, e indulgentes,
 vamos a burilar la humana arcilla                                      
 y enhiestos nuestros brazos elevemos
 al cielo en pos de nuestra  sacra estrella.
 Ven hermano, bebamos altruistas,
 del mismo cáliz, con fe esperanzada,
 que aún hay simientes para las besanas.
 Hagamos de la onírica vivencia
 de un mundo unido, una realidad;
 ¡en una ronda universal de amor!
 Cumplamos el destino de la rosa:
 que la fragancia  venza las espinas,
 ¡que amor y paz, el crístico mensaje,
 trascienda en nuestro espacio por doquier!

Leonora Acuña de Marmolejo


“HOUSE OF GAMES”


A salvo de mis lapsus linguae
a salvo de placeres
a salvo de la incontinencia de una pistola de agua
a salvo de otros timadores
a salvo del realismo de los sueños
y a salvo de los sueños que no son un sueño solamente
a salvo de mí
y de mi crimen
a salvo de mi furor curandis.

“HOUSE OF GAMES” (“Casa de juegos”), filme dirigido por David Mamet.

Del libro Fundido encadenado de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-

AQUÍ


Aquí
el viento sopla caliente
la luz no amaina nunca
y breve es la noche
también calurosa
El calor hace abrir nuestras puertas
desnudarnos
respirar por la boca
ahogarnos
Nuestras casas
no son nidos agradables
Bajo este sol quemamos
la poca grasa que nos queda
Por eso no somos alegres
sino ásperos
Cuando llega el atardecer
un crepúsculo
ilumina las copas de las ceibas
Luego llega el anochecer
también caluroso
Con la brisa
se va el día
abanicando adioses

Del libro Poemas de la Angostura de NÉSTOR ROJAS -Venezuela-

POESÍA


Poesía, influjo sublime,
me posees, hechizo de magia tornasol,
opacas mi penumbra,
dejas en flor la luminiscencia de mi ser.
Poesía, ese embrujo fascinante,
por demás encantador
que sin tomarme me hace su amante.
Eso es tu poesía, dulce melodía.
Eso y mucho más.
Es tocar el alma, acariciar la mente,
cumplir sueños imposibles,
vibrar al compás de la melodía
compuesta al son de unos versos.
Unir los labios en anhelante fantasía lírica.
Es el todo en franca rebeldía con la nada.
Es un descubrirnos desnudos y frágiles,
sin tocar, solo sentir....

MERCEDES GIL -Venezuela-


VII


No me acostumbro.
Tienes que dolerme tanto para estar.
Tienes que destruirme para sentirte.

No me acostumbro.
No quiero sufrir por ti.
No quiero si quiera odiarte.

No me acostumbro a esto.
Te vas.
Regresas.
Pero nunca te quedas.

Y no me acostumbro.
Pues, no amarte es extraño.
Pues, no extrañarte es liberador.

Pero no me acostumbro a verte así.
Triste.
Solo.
Sin mi amor.

Pero me acostumbré ya a no llorarte.
Y es gratificante para mí.
No ser la misma de antes.
En cambio, ser más fuerte cada hora.

Del libro Más que el temblor de Emy Torrealba -Venezuela-



SAL Y AZÚCAR


El oso de peluche le cuenta a la cocinera historias de juegos y confidencias.
Esa noche, la sopa sabe intensamente a pasado.

Virginia Rodríguez Herrero (España)
Publicado en Escribimos 56

PRÓDIGA


Volví a la luz extensa del verano y al viento circular de las esquinas.
Neuquén es un cristal, un cuarzo sepia.
Pueblo desconocido donde inventé el espejo de una historia y la poblé de cascos en el aire. (en aquel aire ululador y tenso). Un aire tangible que más parece un agua, una corriente, un surtidor horizontal -un brazo- que el natural camino de la cara. Y otra vez ese polvo amarillento y esas piedras hundidas entre pelos de pastos requemados.
Patria de negación: sin verdes, rojos, alas, concavidades. Sólo este movimiento del planeta espiral o de flecha, bamboleo. Fui a buscarte quetzales, mariposas, enormes colas de serpientes vivas, venados tímidos, turquesas, y me has devuelto el filo del silencio y el ardor de la arena para siempre.

Irma Cuña
Publicado en la revista LaMásMédula

MEDIA NARANJA


Si no encuentras a tu media naranja plantéate dejar la fruta, por muchosmédicos o campañas del Ministerio de Sanidad que lo recomienden. Sal a la calle y busca en los estercoleros, en la dulce basura o en los charcos. No vestirá Chanel pero sabrá del frío y la derrota, satisfará del todo tu apetito, será como ese vaso de agua turbia que consuela tu sed sin esperarlo.

José Miguel García Conde (Córdoba-Toledo)
Primer premio del IX Certamen de Poesía Rumayquiya
Publicado en la revista Aldaba 31

HÚMEDA


Húmeda
pegada a las baldosas
de la vereda, la hojita
aferrada al instante se ofrecía
humilde y sabia.
En el umbral, estremecida
yo esperaba.

Del libro “Río de paso” de Antonia B. Taleti  -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti

FIDEL, ESTRELLA DEL UNIVERSO


Genio, de blanco esplendor,
hoy a la tierra estremeces
porque en cada estrella creces
tú, Fidel, eres amor.
En el pecho tu calor
nos abraza, y salta el verso;
NUESTRO PADRE por tu esfuerzo,
eterna guía y lumbrera,
¡Con Martí y Che, eres bandera
que ilumina el Universo!

María Magdalena Cabrera Zamora -Cuba-

FORASTERO


Nada más salir de casa
después de caminar,
mirando los estragos de la noche,
escondido tras la luz
de millones de estrellas apagadas,
me digo que va siendo hora ya
de descender de mí
y dejar de ser el forastero
que todos conocen.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

lunes, 28 de noviembre de 2016

BAJO LA CASCADA


¿Qué era aquello? Me acerqué. Tendido en el mojado suelo vi un cuerpo. No se movía. Dudé en tocarlo. Allí no había nadie que me ayudara. Solo se veía el constante gotear de la cascada que estaba sobre mi cabeza. Busqué la salida. Tal vez fuera del túnel encontraría a alguien. No me decidí a salir hacia la luz. Antes debía socorrer al yaciente. Unos segundos serían decisivos para él. Por una vez lamenté no llevar un móvil. Aunque, ¿había allí cobertura? No dudé más. Me arrodillé sobre el cuerpo. Le di la vuelta. Una mancha le cubría todo el pecho. Respiraba. Le hablé. No me oyó. Estaba inconsciente. Si no hacía algo pronto se moriría. Pero allí no había nadie. Estábamos solos él y yo. Tampoco sabía dónde estaba la herida. El tiempo corría y eso no le ayudaba. Pensé en sacarlo de allí. Pero solo no lo conseguiría. Demorar mi decisión sería fatal para aquel cuerpo que se debatía entre la vida y la muerte. Eché a correr hacía la salida del túnel. Una vez fuera miré a todos lados y solo vi agua. En algún lugar habría un teléfono de emergencia por si alguien se perdía. ¿Pero dónde estaba? Hoy con los móviles se piensa que no son necesarios y posiblemente se han quitado. Me pareció ver a unos jóvenes bajo la cascada haciendo fotos. Les hice señas. Les grité que necesitaba su ayuda. Tardaron en entenderme. Cuando llegaron donde estaba les conté apresuradamente lo ocurrido. Afortunadamente, eran españoles. Regresamos al túnel donde el agua caía lentamente sobre el suelo de piedra. Pero en el suelo no había ningún cuerpo, solo charcos de agua… 

JOSÉ LUIS RUBIO

DE LAS CENIZAS EL FUEGO


Cenizas calientes
esparcidas por los suelos,
dejando un desolador rastro de derrota
con una tediosa atmósfera sulfúrea.
El aire lloró su ausencia
huérfano de palabras llevaderas.
Miles de escamas de plata
dibujaban un mapa alentador,
cediendo su brillo a la oscuridad
que latía y exhalaba esperanza.
Al fondo su alma jadeaba,
oculta en el último rayo de luz,
un sueño olvidado esperaba
que colmara su médula de savia.
La alfombra gris de rojo quedaba,
un sofocante calor la cueva encendía,
el alma del fondo gritaba.
Sus ojos se abrían buscando las llamas,
las cenizas candentes se alzaban
y en pleno alarido de rabia
tomó forma de águila.
Sus plumas de fuego,
sus ojos con lágrimas,
perlas de sal que sanaban
a cambio de sueños sin alba.
Renacía llorando oculto en sus versos
dolor que nadie sabía,
dolor que el callaba.
Sus lágrimas son versos
que empapan su almohada,
llegó de otro tiempo
montado en sus sueños
y en sus sueños su alma se escapa.

José Manuel Barello

LARGO Y DIFÍCIL EL CAMINO ES


El camino ha sido largo y difícil
que a estas alturas de la vida
ya no me asustan las distancias
ni le temo a la soledad.

Tuve que aprender a caminar
sin una mano,
que me sostuviera,
ni que secara mis lágrimas.

Fueron tantos sinsabores,
muy amargas decepciones las,
que en el camino encontré ,
que aprendí a caminar sola.

Más lo que nunca aprendí ,
fue a desconfiar de la gente ,
a pesar de lo vivido,
aún conservo la fe.

De que aún hay almas sinceras
qué tienen sentimientos reales y
que no todo mentira es......

Olga Saldaña -México-

YO SIEMPRE QUISE SER UN GANADOR


Yo que siempre quise ser un ganador, que nunca me gustó perder y miren qué sorpresas nos da la vida cuando anhelamos el amor de una mujer.
Ella me enseñó a perder y lo tengo que reconocer. Me hizo perder el sueño, el temor a la soledad, por ella perdí la razón y la timidez que sentí desde pequeño, he perdido también el sentido de la realidad.
Vivir este amor, es como vivir en un mundo donde lo único que importa es perder, perderme en lo más profundo de su mirada, en el intenso resplandor de su sonrisa, perder sin que nadie diga nada, perder inclusive el suelo que se pisa.
Flotar sobre una nube y perderse en el azul del cielo infinito, perder los erróneos pensamientos que tuve y entender que perder por amor es algo de lo más bonito.
Perder..., ¡Hoy me tocó perder!, y que maravilloso se siente perder cuando es por el amor de una bella mujer.

Miguel Ángel Cavazos.

LA CALLE DE AYER


La calle de mi infancia huele a ausencia,
solo existe llena de vida
en mi alma, que la recrea.
Vuelvo a ella a poblar el olvido
en busca de calor
y solo encuentro silencio
tras las puertas cerradas,
nadie observa entre los visillos,
ni me pregunte por qué he vuelto.
Me pierdo en el rumor antiguo
del agua de la acequia,
no es mía la ropa blanca tendida al sol,
ni tuya la camisa posada sobre la hierba,
no reconozco lo que veo,
fui alguna vez de este lugar.
La sombra del ciprés acoge mi tristeza,
su abrazo me reconforta,
solo él me prestará sus raíces
para tocar el cielo
y sentirme en casa,
allí están todos
los que vine a buscar.

ELENA DÍAZ SANTANA -Salamanca-
Publicado en Luz Cultural

LAS MUJERES DE JUÁREZ


También/ ellos piensan/
que no se ha hecho justicia.

Es la tierra testigo de un secreto
de indelegables crímenes
y obseso ha vuelto fugaz en la respuesta,
exigir que confiese de inmediato:
claman las mujeres por las calles,
sin saber que están muertas.
Y van dejando su estela de imborrables
incontenibles, inimaginables llantos
gimiendo mientras pasa el silencio.
Claman las mujeres por las calles
sin saber que están muertas.
El funcionario finge que lo ignora
se le ha caído el pie después del pelo
al que a la aurora, se mira en el espejo
mientras ríe, sonriéndole a la vida
agradecido de distinta suerte
sin pensarlas, de contenido llanto
enamorando, a su paso de muerte
nuestras ansias, por verlas sonriendo
en los rincones, donde no llega
la luz ni las palabras.
Claman las mujeres por las calles,
sin saber que están muertas.
Y eran cien, y doscientas a la noche
trescientas descalabradas tuertas alboradas
de una promesa de muerte inesperada,
y son sus madres, preludio de una espera.
Claman las mujeres por las calles
sin saber que están muertas.
Pueblan las plazas
con distintas autoras sus estelas
en fantasmales espectros, otras tumbas
donde cavan la fosa
de la fe, de la confianza y la esperanza,
y las entierran cada vez más hondo,
muy en lo hondo, ahí donde no pueda,
llegar a rescatarlas la frontera
entre lo posible y lo imposible,
para que nos veamos en el cine
en la red de Internet, en las pantallas,
sin oler ni tocar sin sospechar siquiera
que sus fosas con números y fechas,
están llenas de polvo que no puede
enterrarlas del todo y que se salen
¡y que se salen a espantar!
con su gemir continuo y decidido
hasta que un día desvelen a los criminales,
hasta que un día desnuden a los presidentes,
hasta que acallen a los que en su nombre
reniegan del dolor de nuestras madres.
Que los hundan a todos, que los rompan,
que los dejen al aire y entre el viento
sin sus armas de tromba y de pasquines...
Claman las mujeres por las calles
sin saber que están muertas.
Su fuerza mayor con que comienzan
en latrocinio de confianza a hurgar
el salmo de nuestra conciencia.
Claman las mujeres por las calles
sin saber que están muertas.

Livia Díaz (México)
Publicado en Los puños de la paloma

SIGUIENTES DÍAS…


No, ni han sonado
las monedas que esperaba.
Llegaron incorpóreas,
ideales, inciertas;
con un son de cercanía,
llegando su bramido
y no el convite.
Llegando su consuelo
sin mirada…
Y yo necesitando
surque un río entre mi pecho,
con su riego
bañador
de cultivos
hambrientos…

Y de la espera, me he dormido…

Me he dormido oyendo su paciencia,
su estruendo cauteloso,
arrimado en una mueca de
cobertura suave,
de sabor prudencia rancia
y una voz de arrullo
que me viene rezando
hace veintiocho días:

“Todo bien,
todo bien…
Las heridas cierran
y el dolor escapa…”

Del Libro 20 Poetas, Muestra de poesía contemporánea de Parix Martin Cruzado Jiménez -Perú-
Publicado en La Biblioteca

MISERIA, LA HERENCIA


Una noche cualquiera
en un pellejo cualquiera
colapsado el sol
mi sangre es mi bebida amarga.

Y las palabras son mi perdición,
miseria la herencia
la risa del empalado
espantapájaros del nunca más.
Renegado del reflejo y de la imagen
basalto de la jaula
pozas abiertas para todos
peces grotescos de la huida
de la arenisca o de la ceniza
sin pies ni cabeza
buscando nuevos trozos de cuerpo
entre los restos de la fiesta apagada.

Del libro El libro negro de Carlos Daminsky (España)
Publicado en Editorial Alebrijes

TINTERO DE VITRIOL


Una carta. El veneno que embebe las letras.
Buitres dando vueltas encima del escritorio
como papirolas. Tintero de arsénico
donde remoja la punta en bisel de una pluma
que perdió un ganso (¿o sería un cisne,
como en el mito de Leda) dos siglos atrás,
antes del bolígrafo: dos siglos de odio
con las palabras bañando en su propio ectoplasma.
Un ganso desplumado, y una carta de insultos:
triste noche de aluviones, baile nupcial de adjetivos
(ah, las hermosas libélulas de las letras)
para los que el diccionario de hoy se queda corto.

Françoise Roy -México-
Publicado en Periódico de poesía 92

DECÁLOGO DEL MICRORRELATO


1- No existe una descripción minuciosa de las circunstancias.

2- No existe la construcción de un personaje, ni individual ni colectivo. Introducir a los personajes violentamente sin morosas descripciones.

3- El truco del escritor de microrrelatos consiste en agregar todas las palabras necesarias y ninguna de las innecesarias.

4- La minificción está rodeada de silencio; no ofrece cabida a digresiones ni circunloquios.

5- No impide la existencia de una voz narrativa, por lo general omnisciente.

6- Tres momentos o puntos de inflexión: el que presenta una situación determinada; el que indica la aparición de un elemento que perturba el orden establecido; y un momento final, ya sea que éste implique una decisión a favor de una de las entidades contrastantes, o bien una neutralización de los opuestos.

7- Su entrada o comienzo: se prefiere del tipo in media res o continuación de algo.

8- Dos posibles finales: un final "de confirmación", un desenlace que mantenga el tono y la coherencia; un final "de ruptura", que no mantenga el tono y la coherencia. Además de finales "cerrados" y "abiertos".

9- La importancia del título como elemento de la construcción; el título orienta a la lectura.

10- El tema de un microrrelato aparece como núcleo nebuloso de significación: una intuición que gira alrededor de una palabra, de una noción o de un personaje.

Conclusión: un título, que se supone significativo y orientador, generalmente in media res; un desarrollo, caracterizado por las nociones de concisión, simplicidad sintáctica y velocidad; y un final, que puede ser conclusivo o abierto.

David Lagmanovich
Publicado en Agitadoras revista cultural





SI VIENE HÖLDERLIN


a veces la melancolía vence
y tras los cielos todos
devastadora se explaya la infancia

si viene hölderlin
el cielo soltará cantos dulces
de resurrección
y el ojo de la aguja se va a cerrar

(el tren de mercancías ya no pasará
sobre mi cuello)

si viene hölderlin
sólo tañidos a lo lejos
se oirán
y voces infantiles en férvido coro.

todo lo incierto revelará su faz,
todo lo nonato
nacerá,
si viene hölderlin

Dorin Popa -Rumania-

DIFERENTES DOS


En el pequeño parque todo era bullicio. Niños de todas las edades correteaban y jugaban hasta en las posiciones más absurdas. Había uno, por ejemplo,  que daba vueltas carnero y cuando estaba enroscado, se quedaba en esa postura  un largo rato y miraba al mundo. Toboganes, hamacas y subibajas eran un concierto de movimiento y colores de trenzas, pies, ojos y manos. Luki estuvo un rato largo esperando tras un árbol. De donde venía no había tantos niños. Se acercó con timidez y la niñera que cuidaba, sentada en el banco amarillo, lo espantó con la mano. Algunos corrieron asustados. Otros lo miraron con indiferencia desde sus juegos. Y, muy lindo no era (según los valores humanos). Pequeño, patizambo, narizón y con la cabeza casi perdida en un sombrero puntiagudo. Intentó dos o tres veces hablarles, pero no lo escuchaban o no lo entendían. Ya estaba por darse por vencido, con un brillo raro en el  borde de los ojos, cuando la vio. Una nena, con ojos vacuos, sentada en el pastito, parecía escuchar todo. Cuando le habló, dio vuelta la cabeza y no se fue. -Hola. Me llamo Luki  ¿y vos?-le preguntó. -Bea. ¿No es una ironía? -No. Es bonito-le contestó mientras se acomodaba a su lado. -¡Siempre me traen y aquí me dejan!....porque  no puedo jugar como ellos. -¡Juguemos nosotros entonces! Y Luki comenzó a contarle un cuento. De árboles llenos de flores y animales enormes (porque él los veía a todos enormes). De cascadas ruidosas y pájaros de colores. De gotas mansas besando la tierra y gor-das nubes remolonas... Bea, en su imaginación, vivía cada  palabra, cada vuelo, cada flor y con una sonrisa en los labios, estiró una mano y tocó su rostro. -Eres raro- le dijo. -Ustedes también...-y siguió compartiendo ese mundo, distinto para él, redescubierto   en palabras. Cuando ya atardecía, convencidos de que se volverían a encontrar, se despidieron felices. Felices en su nuevo y único juego. Y justo cuando un rayo de sol hacía brillar el moreno rostro de su amiga, Luki miró hacia atrás, antes de internarse en el bosque.

Magdalena Pizzio -ARGENTINA-
Publicado en Estrellas poéticas 60

ESTA MUJER


No comerá en la mesa de los dioses
ni lucirá el collar de algún rito.
Bajo su diaria ramada de chañar
decidirá
luces, sombras, tatuajes
para la lana áspera
que da el desierto.

Sus dedos van a repetir
la danza sigilosa
de siglos de colores
saltando al sol.

Urdimbre. Vertiente.

El telar crece por los ojos.

Hace lo necesario
su esperanza.

BETTINA BALLARINI -Argentina-
Publicado en Gaceta Virtual 117

UN INSTANTE DE ETERNIDAD


Si el Hombre fuera un milímetro más alto sería gigante; si fuera un milímetro más bajo, sería enano.
Era el único columpio del único parque. Todos los días, sin faltar uno, Rubbaf, el hijo de Rubbaf el
relojero, acudía ilusionado en subir, y todos los días tenía la misma decepción: lo ocupaba la misma niña de larga trenza.
En realidad la niña no lo ocupaba –y esto era lo más incomprensible para Rubbaf–, lo ocupaba la muñeca de la niña de igual larga trenza.
Rubbaf permaneció horas observando el preciso y simultáneo balanceo de las trenzas cuando la niña impulsaba el columpio.
Rubbaf pensó en dar un reloj a la niña por dejarlo columpiar, pensó en la negativa de su padre al pedírselo, pensó en robarlo, pensó –si optaba por esta última acción– en el castigo de Dios.
Rubbaf creció; con él, la frustración y la aversión hacia la niña y su muñeca. Ellas no crecieron, sólo sus trenzas.
Rubbaf pensó en la reciprocidad de la niña con la muñeca, pensó en la relación de la trenza con el columpio, pensó en la continuidad y la discontinuidad de sus movimientos, pensó en la finitud de su padre y la suya, pensó en la eternidad de Dios.
Rubbaf concluyó en develar el misterio de estos eslabones.
Rubbaf cortó de un tajo la trenza de la niña y su muñeca. El columpio cayó.
Rubbaf dejó de pensar en Rubbaf.

Roberto Omar Román (España)
Publicado en la revista digital Minatura 152


PORTALES


Al seno de los mares descenderé a formar remolinos con tu ausencia.
Avanza la espera donde las voces callan.
Queda el dolor sin posibilidad de fuga,
Es el olvido en portales lejanos del tiempo,
Cual cristal roto a la distancia
Donde escribí vocablos al amor,
Soledad, destino.
Evocaciones ignotas marchitas, extraviadas,
Mustias en noches entre oleajes de sombras..
En rítmica batalla en el abismal eco del silencio,
Apurando esta agonía en travesía de todos mis andares
En el conjunto de emociones ya vividas
En épocas remotas persistiendo en los recuerdos.

AMARILIS SIU RIVAS -Venezuela-

CRUZADA DE AMOR Y PAZ


Hay empíreos destellos rielando sobre el mar,
y un reguero de estrellas por todos los senderos;
el viento trae el eco de flautas y dulzainas
y tañen jubilosos los viejos campanarios.

Exultantes pastores, collazos y zagalas
recorren las colinas, los campos y los valles
celebrando gozosos, de Belén el milagro
que se dio en el pesebre do el Niño Dios nació.

Es cada Nochebuena de universal festejo
porque Jesús El Cristo, el Mesías Redentor,
al mundo, humilde vino a enseñarnos AMOR
cual la mágica clave que redime y nos salva…

y si esta nos enseña a aceptarnos fraternos,
a compartir vendimia, y en noble comprensión,
el perdón compasivos estar prestos a dar,
¡tornémonos en garba de amor y de unidad!

Si en Dios somos hermanos con un sabio destino
y en esta tierra somos tan sólo peregrinos,
borremos las fronteras, hagamos mestizaje
¡y hagamos la CRUZADA DEL AMOR Y LA PAZ!

Leonora Acuña de Marmolejo


“GAS, FOOD & LODGING”


El mejor lugar para conocer
a un hombre, ahora lo sé
no es en un bar
no es en la cabina de un camión
no es en un espacio
que resulte su departamento
aunque sin la esposa

El mejor lugar para conocer
a un hombre, ahora lo sé
no es en el interior de una patota
no es dentro de un sobre
de papel manila de ochenta gramos
no es en la vidriera de un negocio
elegante de mi pueblo

El mejor lugar para conocer
a un hombre, ahora lo sé
no es entre los pastizales
no es entre músicos de rock
no lo es
  ni asesorándome
con mi madre o mi hermana
no lo es
  ni hallando
a mi padre

El mejor lugar para conocer
a un hombre, ahora lo sé
no es en una matinée
de cine en idioma español

Y si no
 que atestigüe su estrella:
Elvia Rivero.

“GAS, FOOD & LODGING” (“Nafta, comida y alojamiento”), filme dirigido por Alison Anders.

Del libro Fundido encadenado de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-

CALOR


Somos hijos del sol
de la sed
de la selva
del calor
Aquí los árboles
van creciendo
torcidos
en el barranco del río
A fuerza de perder sus ramas  
quedan sus cicatrices
El tiempo también las borrará

De libro Poemas de la Angostura de NÉSTOR ROJAS -Venezuela-

TE HE ENVIADO MIS VERSOS


Te he enviado mis versos,
te he regalado mis besos,
te he ofrecido mis labios,
te he susurrado quedito al oído
describiendo lo que siento
cuando mis versos llegan a ti
releo una y otra vez mientras
me lleno de un ligero
y agradable temblor en mi pecho
imaginando lo que por tu mente pasa.
Mis besos esos mismos que llevan
en silencio
tu nombre estampado,
besos carmín en alegórica pasión infinita,
he mordido mis labios poseída del frenesí de los tuyos,
confundiéndose mi sangre con el tono rojo del pintalabios,
sabores mezclados salados y dulces que saben a gloria.
Mis labios han sido tu manjar,
banquete prohibido, deleite pasional,
me surcas en besos desde la comisura a los bordes,
te detienes sutilmente en arrebato loco
en el centro de mis carnosos labios,
que son tuyos te los regale, te los has ganado.
Mis susurros te dicen
que eres la causa del ligero hormigueo de deseo
que me llena la piel,
que mis suspiros son tuyos,
mi boca entreabierta dice tu nombre,
mis versos son tuyos,
mis labios te pertenecen,
haz de mi tu beso infinito,
dame tus besos, tómame entera,
bésame el alma,
haz que pierda la calma al mismo tiempo
susúrrame cuanto te exalto,
cuanto te gusta el deleite de mis labios que es un regalo.

MERCEDES GIL -Venezuela-

VI


Perderte.
Nada peor que eso.

Se parece mucho a no vivir.

Perderte es como llorar por dentro.
Perderte me cansa tanto como no morir.

Porque, ¿quién soy yo sin ti?
Porque, ¿quién te alejó de mí?

Si perderte es difícil.
No imagino, cariño,
Cuánto costará
Cruzar de nuevo nuestros caminos.

Del libro Más que el temblor de Emy Torrealba -Venezuela-


QUIERO Y NO PUEDO


Maga, trepa el muro de su juventud hacia atrás. Sí, hacia el pasado. Pero la imagen de su casa la devuelve constantemente a su presente. Es que 88 años no es poco, el cansancio, agobia.

María Victoria León Dueñas (Perú/España)
Publicado en Escribimos 56

TELÓN


Será para cerrar estos poemas.
Libro de despedida sin adioses.
Libro de la sorpresa y de la duda.
Transcurrida la infancia
Nunca supe llorar.
No hay lágrimas entonces
Para hacer este cómputo de ausencias
Mezclada la amistad con la poesía.
La vida que viví fue suficiente.
Lo que siga escribiendo
Puede quedar inédito. No soy indispensable.
Tengo que ir al final
Para cerrar la puerta silenciosa
Según la vieja broma mil veces repetida:
Ser el último
Para apagar la luz.

Del libro Pequeñas muertes, provisorios olvidos de RAFAEL VÁSQUEZ
Compartido por Pablo Campos
Publicado en la revista LaMásMédula

MANUAL DE INSTRUCCIONES


Echar sal en la herida, pisar con la puntera del zapato la tierra que te grita,
enterrar la amargura en medio del silencio más terrible. No llorar, aunque tengas
las ganas. Que no te vean el rostro acribillado por súbitos cuchillos transparentes.
No llorar, no volver a llorar aunque el pasado avance a trompicones y la ciudad
parezca un espejismo de voces de otra edad y el mismo miedo. Levantarte las
medias y las ganas. Subir del frío suelo y del gris infierno tantas veces como
puedas. No llorar. No permitir que nadie te proclame que no puedes hacerlo. Ser
tan feliz como quieras, no como puedas.

José Miguel García Conde (Córdoba-Toledo)
Primer premio del IX Certamen de Poesía Rumayquiya
Publicado en la revista Aldaba 31

TENDISTE LA NIEBLA COMPACTA Y LEVE SOBRE EL RÍO


Tendiste la niebla compacta y leve sobre el río
telones de gasa cubrieron el puente, las islas.
Desde allí llamabas sin manos y sin voz
solo un perfil alentando el secreto
en el ritual de un domingo de mañana.
Sin conocerte avanzo expuesta a esa luz blanda y húmeda
abandonada toda defensa busco tu imagen, tu palabra
y desde la orilla que me retiene ruego
que no sea cierto el perro lanudo, husmeante
los vidrios rotos
los desperdicios
ni siquiera el chasquido de las olas
ni la bandada de largos picos
que el hombre en medio de los charcos
no sabe, no puede nombrar.
Solo vos, entreabierto llamando.

Del libro “Río de paso” de Antonia B. Taleti -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti

RAKKAUSLAULU


Nueva situación. ¡Que va!
Llevo meses haciendo esta canción. Escrito varias poemas
sobre un sueño que has visto. Me lo cuentas en el sueño
que he visto.
Te echo de menos. No estoy contenta en esta vida con las poemas.
¡Tengo vida!
Vida.
Esto es estúpido. No creo en tus palabras cuando dices n y o.
He estao dura, cambiao como persona. En el empiezo necesitaba ayuda,
ahora mano.
He esperao que me llames algun finde. Cuando acabas de comer con tu mujer.
Salido hasta la madruga. Leído los libros en la biblioteca. Engañao tanto.
Las palabras no me mueven físicamente.

Anette Åkerlund

DOBLECES


El destino
la derrota
las dudas
una flor que se marchita y renace
el duelo
la discordia
las deidades
un viaje con nadie a ninguna parte
el dolor
la daga
las dobleces

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

domingo, 27 de noviembre de 2016

NI UN MINUTO MÁS


Llegó silbando. Te escondiste. No querías verlo. Ayer te ofendieron sus palabras. Te acusó sin motivo. Lo dejaste solo. Lloraste. No conseguiste dormir.
Hoy no lo vería. Estás muy enfadada. Te está llamando. Quiere que le perdones. Te trae un regalo. Tú callas. No le perdonas. Fueron muy duras sus palabras. Tardarás tiempo en borrarlas de tu cabeza.
Se ha marchado. Ha dejado en la puerta un ramo de rosas rojas con un sobre. Partiste el sobre. Arrojaste las rosas al contenedor de la basura.
Aunque te pesara no continuarías la relación. Aún la situación era salvable. Más adelante dar marcha atrás sería más duro y doloroso. No tenías porqué aceptar aquellas acusaciones porque aún eras libre para ir donde y con quien te apeteciera. Nadie pondría cerrojos a tu puerta. Eras libre. Nadie, nadie, te impondría su voluntad.
Si no respetaba ahora, ¿qué pasaría después? Ningún ramo de rosas te haría cambiar. La decisión estaba tomada. Ni un minuto más con aquel indeseable que la acusaba sin motivos. No lo necesitabas. Sin él la vida seguía teniendo sentido.

JOSÉ LUIS RUBIO

ME GUSTA MUCHO


Es como si te conociera de antes
De años, meses, minutos, segundos
Es algo que no puedo explicar
Pues mis palabras son pocas
Mis versos tiernos son pequeños
Mi voz valiente ante ti en nada
Eres la mujer que siempre busque.

Elias Franklin Leiva

NO DEBES MIRAR HACIA ATRÁS


Mientras el sol permanezca y los años sean ligeros
el mundo no mostrará sus notas discordantes;
sino los logros alcanzados,
así no veremos la camisa del emigrante
ni el niño ahogado que lleva en sus brazos,
buscando la sombra del eucalipto para descansar
sobre la hierba con escarcha.

Pero la noche es larga y fría
y la luna se vuelve lluvia
bajo el peso de sus frutos y la camisa no tapa;
dolido reanuda la marcha buscando un mundo sin espinas.

Y las ranas con su triste sinfonía
le recuerdan que como Lot,
no debe mirar hacia atrás
si no quiere ser convertido en una estatua de sal.

El misterio de la noche le recuerda una vez más
que perdió su bandera, su mujer y su religión;
ya no tiene ninguna patria donde volver;
que sus políticos y sus dioses lo abandonaron a su suerte..

Mira desolado hacia adelante, el futuro es sucio e incierto,
¡su vida no vale nada! flota vacilante en maso del destino;
con aire de papel blanco y luces inciertas,
ya no se acuerda de la palabra ni del día en que nació...

Rafael Chacon Martel

FUE


Fueron tus labios los que envolvieron los míos
Y fueron tus besos los que marcaron mi vida.
tus suaves caricias las que ocuparon todo
y tus palabras con las mías se hicieron verso.

Fue ayer, hoy o mañana, que ese amor se hizo vida
y creció, crece o crecerá en tu corazón y en el mío.
Fueron tus labios los que sentenciaron mi alegría
ayer, hoy o mañana, en cualquier día.

Fue porque nos conocimos en una tarde, mañana, noche,
para no olvidarnos, mañana, ayer o siempre.
Fue para concluir tu soledad, mi soledad del alma
para hacernos compañía ayer, hoy y mañana.

Fueron esas horas eternas de buscarnos,
amaneceres de insomnio, atardeceres contando minutos
buscando el amor que anidaba en ti, en mí,
que con un sí, se selló en una tarde soleada.

Roberto Hernández Zabala -Colombia-

NUESTRO LUGAR DE RECUERDOS.


Todos los días vengo a este rincón
Para ver la luna en su izar,
Pienso fuerte y hablo sin temor
Que no quiero un día verla alejar.

Ella le encanta este paraíso
Los momentos le llegan con frescura,
Le despiertan esa fiera con inciso
Y a mí, lo tigre sin cordura.

Unas horas han pasado y ya la extraño,
Es un ángel que quiso acompañarme
Su amor nunca conoció el engaño,
Es feliz y no piensa abandonarme.

Temo Carlos de la Cruz -México-

CANSADO, PERO NO VENCIDO


(El espíritu lo es todo en nosotros)

A veces no tengo fuerzas para injertar palabra ni en mis auroras,
me veo como un triste trasto viejo que apenas imagina espacios
por donde evadir la fibra, y así poder evitar tantas amarguras
inútiles, tantos desconsuelos estúpidos, viendo los días que pasan
y no vuelven, pues lo que hoy es, mañana ya no es ni por asomo.

Vamos de tropiezo en tropiezo, como si fuésemos salidos de tono,
pensando que el camino es tan feroz que nos devora hasta el timbre.
Hemos de retornar a ese niño que fui, que nunca debí abandonarlo.
Únicamente desde la inocencia se mece la alegría de no ser y ser.
Ser para los demás el silencio que habla, la soledad que escucha.

Mirad la luna, siempre tan callada sobre las azabaches congojas,
dispuesta a percibir abecedarios, y así cuando no crece, disminuye,
y a poco que se llena de emociones, rejuvenece con nuevas letras.
No decaigamos, somos la pujanza del tiempo, la debilidad del ser,
y por muy grande que sea la cruz, el polvo del camino es nada.

Una cruz que nos da miedo, pero que está ahí para trascendernos,
abriéndonos la puerta a la esperanza, dejando alcance a Dios,
para que nos transforme en siervos libres, en hijos, no en esclavos,
pues aquel que no se afana por donarse, tampoco sirve para amar,
le falta aforo para hallarse amor, le sobra egoísmo para sentirse rey.

Ojalá aprendamos de nuestra propia historia para hacer un camino
de acogida, como era en el principio de nuestro transitar por el yo,
pues quien sabe acoger existencias, sabe también amparar uniones,
que la unidad es nuestro sostén, así como la libertad nuestro deseo
más sublime y necesario, para tener dominio absoluto sobre sí mismo.

Por eso, tan vital como estar en el mundo es coexistir en él y por él.
Siempre hay que querer hasta el extremo de abrazar la vida sin más.
Todo lo demás son insignificancias; lo sabemos, pero no aprendemos.
Señor, alláname el camino, llévame contigo, da luz a mi ceguera.
Es mi voluntad la que desea fundirse en ti con otras almas y ser olmo.

Víctor Corcoba Herrero
Publicado en Luz Cultural

A CONTRACIELO


Hombres preñados de violencia,
furtivos hombres con la voz hecha combate
que golpean con el puño la palabra.
Hombres que aúllan de placer
en noches criminales,
que desenvainan la furia desde que nacen.
Hombres que restan corazones,
ferruginosos hombres con puñales.
Hombres a medio parir,
hombres donde no cabe el Hombre.

Hombres así,
que mueren despeñados
mientras afuera siempre llueve
y nadie les reza
y nadie les recuerda.

Silvia Delgado Fuentes (España)
Publicado en Los puños de la paloma

BRISA DE ENTONCES


En tu redor, yo quepo,
centrado, al medio.

Le has prestado
agujeros a mi bolsa,
piedrecillas a mis bolsillos,
astillas a mis huesos…

Y me miras, aunque no sé si sonríes,
y si sonríes, no se si es de burla;
y si sonríes, pues ya tienes viento.

Brisa, yo me siento asqueado de ti:
desde antes, desde siempre;
y desde hoy a mañana… no se harta
tu azucena… de convidarme muerte.

Has provisto un pabellón de alas
quebradas en mí, desde antes, hasta siempre…

El camino se ha parado, sí…
Y se han colgado mis pies de tu viento;
tres y quebrados que evito escribir,
tres y quebrados que no siento.

Brisa, yo te miré y mis ojos se apagaron,
desde entonces, hasta siempre.

Del Libro 20 Poetas, Muestra de poesía contemporánea de Parix Martin Cruzado Jiménez -Perú-
Publicado en La Biblioteca

MI SONRISA


Aroma de soledad
concebí siendo feto negro
y levanté a lo largo de los siglos
al paso del tiempo quebrado
hasta que mis ojos fueron cuarzo
mis llagas granito
y mis palabras pura tiniebla.

Las campanas doblan.
Las hormigas negras preparan sus mandíbulas
para podar la faz de los reinos
mi sonrisa gomosa
mi sonrisa nieblas

Cuerpo caverna de murciélagos
mi sonrisa aceitosa
el saco de las sonrisas
el saco de los quijales

Constructor de arena y de hielo.
Ella aparece entre la maleza,
la sonrisa me alcanza
como látigo medular
Ella aparece
mi valor deja la esquina ancestral

Despacio entre rocas.
Como oyentes pingüinos y ornitorrincos.
Despacio mis manos dan bendiciones al por mayor.
Despacio vuelan candelabros.

Con hambre y sed.
Las palabras se hacen puntiagudas
pero mi sonrisa se quedó donde estaba yo.
Yacido en la cantera

el menor sentido
es gran esfuerzo
dentro de la pasta por la que se avanza
mutaciones de la fundición fe

predicho, profético
como anuncio de compresas.

Silla de ruedas.
Arrinconada en el polvoriento desván.
Más allá de los surcos de mi abuela.
¡Madre!
Madre de todos los pecados
Madre de hinchadas ubres.
Cordero del fracaso sexual.
Cordero de las bandejas
de carne preparada

Del libro El libro negro de Carlos Daminsky (España)
Publicado en Editorial Alebrijes

CAMISA DE FUERZA


Me sostenían contra la pared
con una camisa de fuerza
hecha de terciopelo,
enguantados los tres en terciopelo,
enfermeros improvisados.
Los tres veían en la vestimenta de sus manos,
en el velmez que me cubría el pecho, terciopelo.
Yo no: en lugar de terciopelo, sayal. O cartón.
O cáscara de chayote.
Para las princesas de los cuentos es el terciopelo,
no para las niñas huérfanas.
De huérfana, yo pasé a apátrida:
retruécanos del azar,
desliz mío por algún hueco mal custodiado.
Pegada yo todavía a la pared,
los tres aún intentan ponerme la mordaza.
Bonito lío, esa operación de amordazar a un mudo,
mudos callando a una muda.
Pero la mordaza pasó de freno a listón translúcido,
de cerrojo bucal colado en hierro a guirnalda invisible.
Ellos no advirtieron la metamorfosis de la mordaza,
que veleidosa iba cambiando de aspecto
según el ángulo de la luz.
Y al rato cayó la mordaza,
como la escama de un reptil que muda de piel.
Ellos la recogieron espantados y me la volvieron a poner.
Papá jamás fue hábil para colocar mordazas,
otros eran sus dones. Hoy escribo.

Françoise Roy -México-
Publicado en Periódico de poesía 92

PRECURSORES DEL SELFIE


Llevamos muchos años recibiendo las enigmáticas fotos de DocMat. Tantos, que no dudamos en afirmar que el susodicho fue todo un precursor del “selfie”.

Como el enanito viajero de la película “Amelie”, DocMat nos sorprendía con imágenes de sus ojos y el Taj Mahal a la espalda. El Gran Cañón de Colorado. La Torre Eiffel. El Museo Guggenheim de Bilbao. Comenzamos a investigar y descubrimos que se trata de un artista conceptual vasco del que muy poco se sabe, seguramente por expreso deseo suyo.

Hay artistas que, del anonimato, o del misterio, hacen un plus a añadir a sus obras. Tampoco conocemos a Banksy y nadie duda de su talento (¿de su genialidad?). Salinger, el escritor esquivo y en permanente huelga de sociabilidad, sólo concedió una furtiva entrevista a principios de los 80. Y tantos otros….

Nos quedamos pues con sus ojos saltones. Unos ojos que nos miran y parecen preguntárnoslo todo. Tal vez la clave de lo que DocMat intenta transmitir, desde la humildad de una foto tomada con el móvil, radique en lo que hay, o no hay, detrás de su cabeza.

Ahí van unas cuantas fotos. Y que cada uno saque sus propias conclusiones…

Docmat
Publicado en Agitadoras revista cultural 52

SEIS


La fantasía es el vuelo de la realidad
su rostro a través de cristales empañados
como una radiografía enloquecida
un guiño de la imaginación
plumas de colores
en el polvo de Marte.

El diagrama que sostiene nuestros sentidos
el travieso ángel que juega con nosotros
revela la dimensión del espejo
o en efímera chispa
el código de las cosas
sin la distracción de su piel
sin el deformado límite del continente.

Del libro "Los humanautas y la tempestad" de Antonio J. González, Sarandí -Argentina-
Publicado en el blog elescribidor

SED DE PIEL


“El amante lejano que sigue siendo ideal, 
es una quimera que adquiere forma” 
Víctor Hugo 

Es una delicia percibirte.
Regocija el espíritu de este ávido y ansioso caníbal, paralizado ante una doncella desnuda.
Una ilusión hecha leyenda similar a aquella
Venus adorada por seis amantes legendarios de San Martino

Premiada tu belleza: avasalla tu imagen
Eres una daga filosa, flotando entre fragancias apacibles de invernaderos de azaleas y coro de madrigales
Capaz eres de herir y sanar con tu mirada.
Mantienes una luz tierna en un rostro descifrable y huidizo de rasgos pasionales.
Suspiras un deseo pudoroso, mientras tu cuello delgado y dócil, cae en el abismo perfecto de tus senos mansos y jactanciosos, cuya partición, orienta el camino para atrapar esa cintura firme y delgada que se agita excitada

Tu cadera abierta se ofrece generosa a mi cuerpo derribado decidido a ocupar ese vacío fascinante.
Es entonces, cuando exploré todos tus rincones
Todos tus espacios y habité esa morada deliciosa más oculta, sumido en un libertinaje compartido entre prejuicios vencidos ante glaciares o abismos insalvables y desconocidos.

Todo se cubrió de amanecer sigiloso donde luna y sol, fueron abolidos.
El tiempo se  fugó, en el mismo instante que tus manos crispadas, cerraron el puño con fuerza, y tu cuerpo vibró encendido, hasta llegar al grito del triunfo, acompañada de una lágrima de gozo. Distinto es, al grito silencioso de Rudel cuando Melisenda posó por última vez sus labios, despidiendo la pasión nacida en el infinito

Fue solo entonces, cuando supimos, que: la sed de tu piel.... está saciada y la sed de la mía:
Colmada.

GUSTAVO VACA NARVAJA -Argentina-
Publicado en Estrellas poéticas 60

POEMAS DE LOS NOMBRES


No voy al templo
no tengo manto ni Kipá,
no celebro el sábado
no leo la Torah
y el Kadish no sé decir.
ni ayuno en Iom Kipur.
Nada sé de los días de guardar
y Pesaj
sólo es
un recuerdo de pan ácimo,
hierbas amargas,
dulce
y una dulce canción que no olvido por lo dulce.
Pero
tengo un apellido judío de cuatro letras
cuatro abuelos judíos
ocho bisabuelos
y así
hasta el principio de lo que soy;
soy Jacobo hermano de Isaac;
hijo de María y Salomón,
hijos de Raquel y Jacobo
de Rebecca y de Isaac;
mi hija se llama María, mi nieto David.
¿Lo que hay detrás de estos nombres podrán comprender?
Verán
miré debajo de mi piel blanca y un negro vi
y miré más todavía y vi un amarillo,
un árabe,
un abisinio,
un indostano vi y errante me vi;
me he soñado en la vieja Sefarad
y he partido,
recorrido
una y otra vez los mares
y negros naufragios tuve
en cada tempestad de adioses;
Vagabundo en todas partes,
llevo dentro de mí
la memoria de mi abuelo Isaac
y veo,
con sus ojos veo las callejuelas de Estambul.
En cada puerto con él dejé lágrimas
que no secan todavía,
y pude ser boticario,
viajante de telas, vendedor de loterías,
borracho en Tánger,
contador de cuentos en Grecia,
un apartado en Sudáfrica,
partisano en Italia o médico en París.
O pude ser,
un número en mi brazo
moviéndose hacia los campos del gas.
Y si me ven cantar
bailar o beber con fuerza
brindar por la vida
que estalla aquí, allá y más allá,
mírenme muy bien dentro de los ojos
y verán escondida una tristeza.
Sólo soy un hombre
que cuando se canse morirá
para ser luego
un poco de memoria
buscando un lugar en la tarde.
Y si voy a ser un recuerdo,
al ver la estrella vespertina
recuérdenme,
como aquel judío que quería escribir poemas.

CARLOS LEVY -Argentina-
Publicado en Gaceta Virtual 117

EL ARTISTA


El gigante de piel violácea, de treinta metros de altura, se concentra en la realización de su obra pictórica. Ha seleccionado una superficie áspera para adherir sus piezas.
Recrea el lado izquierdo de un rostro humano femenino. Con unas pinzas selecciona los pequeños componentes, clasificados por colores, para crear zonas de sombras en contraste con otras de
claridad. Con un lente de aumento, aprecia los detalles de la anatomía facial humana. La cara de la mujer que le sirve de modelo luce espantada. Necesita un poco de calma en ese rostro diminuto. Asperja aroma de nalasa, perfume capaz de apaciguar cualquier miedo. Tras unos instantes, ni la boca ni los ojos muestran muecas de espanto. Le toma varias horas reproducir la imagen. Las piezas sobre la superficie áspera se mueven, aunque de manera casi imperceptible. Ahora coloca dos fragmentos para crear el efecto de un destello en el ojo de su obra maestra.
Con el lente echa un gran vistazo de revisión.
Esas dos piezas, una pareja de hombres albinos desnudos, le dan el toque final a su mosaico. Los ojos de los otros seres humanos, blancos, bronceados, negros y amarillos, adheridos a la superficie rugosa se mueven como si desearan escaparse de las cuencas. Los dedos, similares a cilios, no paran de moverse. Unos brochazos de barniz fijante calman los ánimos y los gritos provenientes de las personas desvestidas, ya piezas inertes del primer mosaico de cuerpos humanos, para llevar al artista a las sendas de la inmortalidad.

José Rabelo (Puerto Rico)
Publicado en la revista digital Minatura 152

CANTO A TUPAC AMARÛ


En la agenda del tiempo
El furor, la agresión, la prepotencia
De aquellos invasores
Avanzan en cortejos de muertes
A costa de martirios y sacrificios
De un sufrido continente
Las sombras desgarradas proclaman sus auroras
En la sangre que con saña feroz aniquilan
Y lo anegan todo en su delirio
Mancillando los cimientos de la América incaica
Tupac Amarû te faltaron horas
En tu destino triste
Cuando fragmentaron tu existencia
Desmembrada al galope de caballos
Salve hermano Inca
Salve Tupac Amarû

AMARILI SIU RIVAS

BANDO DE NAVIDAD

                                                   
Que suenen las campanas a rebato,
y que alacres por todos los confines,
en su eco digan: ¡Hoy es NAVIDAD!
¡CRISTO ha venido a redimir al mundo!

Renazcamos en una universal
fraternidad que noble y altruísta,
trascendiendo fronteras y lenguajes,
a la mundial familia dé unidad.

Por collados y valles y ciudades,
vayamos vocingleros pregonando,
que es NAVIDAD y el cielo está de fiesta,
y en la tierra la paz quiere anidar.

Que suenen cascabeles y trompetas,
caramillos y flautas y cornetas,
y las campanas exultantes tañan
por el MESÍAS, el REDENTOR DEL MUNDO.                                                    .

Hoy NOCHEBUENA, al NIÑO DIOS honremos
y en romería en un bando por doquier
esparzamos el germen de su AMOR,
la fuerza redentora que ÉL dejó.

Icemos la bandera del perdón,
de igualdad, de justicia y compresión
y así del REY DE REYES, JESUCRISTO,
Su anhelo de UNIDAD se dé en el mundo!

Leonora Acuña de Marmolejo 

“CLAUDE”


Cómo circula la francesa con un carrito
por la vida
Cómo descubre el muchachote local sus cuernos
irreducibles en las fotografías

El muchachote local es un desprendimiento
tal vez la continuación de un desprendimiento innominado
acaso una protuberancia en el llano devenir
La francesa también es un desprendimiento
o la continuación de un desprendimiento
o, por qué no, otra protuberancia

La francesa considera que no hallándose ella en su propio cuerpo
cuando esto acontece
se halla (no atina a notar dónde) destartalada
O en migraciones

El muchachote local apunta a servicial
y la francesa visitante es apuntada

El muchachote no sólo incorrectamente cava de costado
sino que levanta lomitas de tierra de costado
y se arrellana correctamente de costado
allí donde se deja volver al cuerpo
la francesa.

“CLAUDE”, filme dirigido por Cindy Lou Johnson.

Del libro Fundido encadenado de ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-


SILENCIOSOS


Mudo viene lo caudaloso:
Sol de río
es lo blanco

En la orilla
angosta
me borro

La hierba
apenas
si se mueve

Del libro Poemas de Angostura de NÉSTOR ROJAS -Venezuela-

LA ÚLTIMA VEZ


Sé que ha pasado algún tiempo,
desde la última vez.
No te había escrito antes.
La ciudad está convulsa,
el tedio absorbe los días
y las ideas encontradas aturden.
Salgo poco.
Afuera, se respira en el ambiente un clima insostenible.
Y entonces recuerdo que llevo algún tiempo sin escribirte.
Tomo la pluma.
La verdad, no sé qué decirte.
Oh, me descubro sin palabras para ti.
Me retraigo, lo pienso una vez más.
Has sido uno de mis motivos para escribir
y recrear en cada línea los contornos de tu existencia,
tan distante de la mía,
más no distinta.
Somos diferentes y tan iguales,
tan cerca de los mismos pensamientos
y de épocas distintas.
Te escribo, una vez más,
no como siempre en el ardor de las noches frescas,
sino a modo de recordar, para mis adentros,
para continuar la saga de fragmentos
que dan vida a tu existencia.
Te escribo, no para hacerte eterno,
como ha dicho alguien,
en algún lugar del mundo.
Te escribo para recrearme en tu existencia.
Para dar luz a tu oscuridad y a la mía,
Para liberar pensares atrapados.
Para soltar un poco las telarañas
que empiezan a cubrir
las escurridizas memorias de encuentros furtivos.
Aún no termino.
Apenas empiezo.
Te escribo.

MERCEDES GIL -Venezuela-

V


Mi agonía no es la suya,
amor mío.
Yo me preocupo por usted.
Usted se preocupa por nosotros.
¿Qué de bueno hay en eso?
A usted le angustia nuestro futuro,
eso no es amor,
amor mío.
A mí me preocupa su bienestar.

Usted vive imaginando
los peores escenarios.
Yo vivo pensando en las cosas buenas
que podrían sucederle.

¿Cuál es la diferencia entre su amor
y el mío?

Usted se preocupa por usted
y por mí.
Yo solo me preocupo por usted.
Porque mientras se encuentre bien.
Mientras sonría,
aunque no sea yo el motivo de su dicha.
Mientras viva
y respire el aire que le llene.
Yo, querido compañero,
estaré más que feliz.

Porque su alegría lo es todo para mí.
Porque una lágrima suya
me arrebata el aliento;
y no me deja vivir.
Porque mis sentimientos hacia usted
son infinitos.
sin egoísmos…
y, aunque me gustaría ser yo su deleite;
si usted decide dejarme;
mi buena suerte se marcha
con usted.
Simplemente,
porque es usted mi buena suerte.

Del libro Más que el temblor de Emy Torrealba -Venezuela-


LA OBRA


La escalera se presenta ante ella. Al final está la columna. La mira con desafío.
Sabe que es escultora. Arde en deseo de esculpirla. No se ve con fuerzas.
Sube y realiza su obra.

José Andrés Herrero de Lara (España)
Publicado en Escribimos 56

6


El amor del lobo por la sangre
del cordero escribe
el drama del rebaño:
ser el objeto de un deseo
que sólo se sacia en el sacrificio.

Del libro Ensayo sobre el poder de LILIANA LUKIN
Publicado en la revista LaMásMédula

MI EXPERIENCIA EN ITIMAD


Como quien escarba en la arena y encuentra caracolas, cangrejos, versos sueltos, me topé por azar con una asociación sevillana, que llenaba de luz cada poema, acariciando la voz de sus costuras; que vestía las calles con los sueños escritos como noches distraídas. Me acerqué a distinguidos caballeros con pluma de otro tiempo y con las ganas de mover este mundo con poesía, señoras enigmáticas y dulces como aquella metáfora perfecta. Hablé de amor, de humor, de alegres cuentos, de la mágica estrofa de la vida.
Desde entonces sus versos se confunden con los míos, su ciudad pertenece a mis ciudades, su revista, su mundo, sus delirios pertenecen al mundo de mis libros. Hoy sé que sigue habiendo en los rincones más bellos de cualquier playa escondida caracolas, cangrejos, versos sueltos que huelen a nostalgia y
enamoran...

José Miguel García Conde (Córdoba-Toledo)
Publicado en la revista Aldaba 31

INFANCIA


Bordeaba el margen lluvioso
un charco de enero.
Era chica
supe que ese instante
se condenaba al vacío
si no lo aferraba.
Lo guardé... para alguna vez.
Poesía, memoria de charcos.

Del libro “La voz que nunca alcanzo” de Antonia B. Taleti -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti

VIERNES


Al calor de los viernes,
mi casa se convierte
en un racimo de calor.

Sin esfuerzo,
el día se pliega
y no hay ningún lado dónde quiero estar.

Solo el hueco
como de una mano,
que es, un viernes en casa.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

sábado, 26 de noviembre de 2016

NO IMAGINA MI BELLA SEÑORA

LA APATÍA


La apatía
se entrega
al reposo de los días.
Padece la ingratitud
de las prisiones,
el espacio limitado…
Es escombro,
extravío,
penumbra silente, intranquila…

Aburre su descreído pensamiento
que eterniza su furia
en un grito sostenido.
Espera el desenlace
más allá de su oscura cobardía.

LUJÁN FRAIX -Argentina-
Publicado en Luz Cultural

SUEÑO PELLEJO


soy pellejo de rata
membrana de sapo soy
diminuto en la acera laberinto
cucaracha crujiente
descubierta por la luz

primeras estrofas de las bañas del demonio
crudo y pelado
testigo carbonoso del mundo

gula de los dientes
del esperpento y abandono
tierra quemada tras pies palmípedos
danzarín plasmático
de los templos de Baco
alzados y vuelta a alzar

gangrenado el último de la cola
el descalzo

es curioso
pero los viejos estáticos me llaman
el poeta
¿será acaso que paso demasiada hambre de garbanzos duros?
de niño escualo
de diablo orejudo
de sepia en la pescadería

hay días que se está arriba
y de repente se está abajo con ojos acantilados
mujer a latigazos
hombre raspado
homínidos de la gelatina

Del libro El libro negro de Carlos Daminsky (España)


CONJUNCIÓN


Alimentaba el recuerdo de una mujer
durante la joven noche. Ella, en el pasado,
ordenó matemáticamente las estrellas
para que yo soñara sus ojos en su ausencia.

Wilson Pérez
Publicado en Periódico de poesía 92

POEMA


Transitamos húmedos asfaltos
vuelo ensimismado a parajes
por muchos descubiertos
acantilados, montes y naves industriales
promesas delirantes
sueños.......... quizás puro onanismo

Cronos, desbocado ya su aliento
consiente
que mañana será hoy
que ayer ya fue ahora

la barrera
contiene........... mi pedal y
circundado por otros de mi raza
mayorías impalpables

bajo nieblas de sudores
levita su hálito en el mío
procreando el vaho placentero

garfios contorneantes
impiden que los ojos se me cierren

oscuridad que late afuera
oculta ojos perturbados
y sumerjo en su habanera
ora AQUÍ ora en su espalda
el temblor que nos devora
en sublime porfiada

la explosión no causa heridos
mas el rostro desencaja
una y cien veces
tal vez mil

pero

nunca suficientes

Joaquín Lloréns
Publicado en Agitadoras revista cultural 53


ES POCO LO QUE TENGO


Es poco lo que tengo;
no relucen estrellas en mis manos
ni brota de mi cuerpo una cascada jubilosa
donde pueda renovarse la alegría.
No me quedan palabras en la voz,
huyeron de las trampas que le teje el vacío
o el conocido rumor de la costumbre.
Aprendí a enarbolar una esperanza que se agitara
con la ilusión de un estandarte milagroso;
pero no pude sostener esa promesa rutinaria
que el aire despedaza como a un lienzo gastado.
Pertenezco a la secta maldita
de los que nunca triunfan
pero tampoco logran inscribir sus derrotas
en el cantoral de los muros del templo.

Es poco lo que tengo;
un salto en el abismo, una cosecha malograda
y el pecho a la intemperie:
carga pesada que flota en el silencio,
buscando en la miseria de la virtud
y en el esplendor de los desechos,
una luz verdadera que me salve.

Mireya Piñeiro Ortigosa -Cuba-
Publicado en el blog el escribidor