jueves, 19 de enero de 2012

POEMA

Cuando tus manos pequeñas,
tiernas, suaves,
acarician las mías,
siento un escalofrío
recorrer todo mi cuerpo.
Es entonces cuando intento ocultarme
bajo el calor de tus cabellos.

Cuanndo haces prisioneros
mis dedos de tus dedos,
hay un impulso que los libera
e intento evadirme
a través de tus caderas.

Y cuando inundas
de tus besos mis labios,
con los ojos cerrados,
asido fuerte de tu mano,
me guías cautelosa y dulce
por los senderos del corazón.

DANIEL GRANADO-Cádiz-

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