domingo, 22 de enero de 2012

BREVERÍAS


2591

Refugiarte en mis brazos. Qué abandono
de chiquita indefensa.
Vendrás a mí por la llanura inmensa
de tropiezos y heridas. No perdono

su lentitud al tiempo, retrasando
la algazara otoñal de tu llegada.
Siempre guardé una parte de mi almohada
para tal ocasión. Te está esperando.


2592

Se me han ido quemando tantos días,
hojas de calendarios en el fuego;
y no me queda de mi propio juego
sino un puñado de cenizas frías.

No supe uncirlos a mi propio carro,
someterlos a aijada y diligencia,
y escaparon de mí. Fue negligencia,
superficialidad y despilfarro.

Fatídica hemorragia de una vida
tan ciega, estérilmente consumida.


2593

Náufrago soy de rumbos intentados
que no alcanzaron la aspirada meta;
sombra de cuanto imaginé, silueta
sin rasgos propios, de astros apagados.

Pero me hago a la mar cada mañana,
enfilando la proa a un mundo nuevo,
del que apenas sé nada..Sólo llevo
fe en una playa mítica, lejana.


2594

Se me va deformando cada idea
que esculpí tiempo atrás en mármol y oro.
Decapitadas y sin brazos, lloro
por tal legado, que la edad saquea.

Sigo pensando, y contumaz engendro
nuevas realizaciones, nuevos seres.
¿No reitera sus flores el almendro?
¿No se renuevan los amaneceres?


2595

Acurrucada junto a mí. La tarde,
manso enjambre de besos diminutos,
no sabe de relojes. La piel arde,
mas delicadamente. No hay tributos

entre ambas almas, dados ni exigidos,
tan sólo el festival del oleaje
que viene y va, sobre los dos tendidos,
en plácido, anatómico engranaje.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Ángeles-

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