"Mañana,
cuando llegue a Santiago,
aunque nadie me acompañe,
no, no llegaré solo.
Bajaré del Monte do Gozo
cuando el sol
todavía no me devuelva
la sombra que me robó en la tarde.
Y no, no llegaré solo.
Llegarán conmigo los besos
que me dieron los amigos, las amigas
que quedaron detrás, que fueron delante
o que se quedaron por el Camino.
Conmigo llegarán
los días cuajados de barro en Navarra,
el viento largo de la Rioja,
el sol abrasador de Castilla
y las nieblas antiguas de Galicia.
Llegarán conmigo
el agua de mil fuentes,
los bravos arroyos del Norte,
los secos lechos castellanos y
el caudal manso del Miño en Paradela;
y la lluvia, la niebla,
y el sudor cambiado
en mil tiernos abrazos.
Conmigo llegarán
los frutos de mil árboles,
el vino de mil cepas,
el pan de mil trigos
y la sonrisa de mil labios.
Llegarán conmigo
los rojos atardeceres,
las suaves auroras
y el paso lento de las horas.
Conmigo llegarán
las lágrimas amargas
de los días de ampollas,
de frío y desesperanza.
Llegarán conmigo
las risas de las horas,
los pies en remojo
y las sonrisas de ¡Buenos Días!
o de ¡Buenas Noches!
Conmigo llegarán
la galería de los paisajes que vi,
el ramillete de saludos que me regalaron
y un bodegón de palabras que me alentaron.
Llegarán conmigo
un millón de pasos que di
huyendo del sol
por las mañanas
y buscando su ocaso
por las tardes.
Y apenas un breve momento,
un segundo después de llegar,
con todo eso cargado
en mi mochila nueva
empezaré a caminar de nuevo.
JUAN LUIS RINCON ARES
Mención de Honor. XXVI Edición del Certamen Literario Manuel-Oreste Rodríguez López
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