martes, 22 de octubre de 2019

PUPI


Pupi ha perdido el colmillo ese que le sobresalía del labio inferior y le daba aspecto de malote, de ganster y piratilla. Ayer lo secábamos después del paseo bajo la lluvia y se le debió enganchar en la toalla. Apenas soltó un quejidito y el diente quedó en el suelo como la larva de una mariposa que no terminó su metamorfosis. Lo debía tener muy mal para que se soltara con tanta facilidad. Apenas sangró ni se quejó. Nosotros sí que nos sentimos un poco culpables por no haber cuidado de sus dientes. ¡Ay!
Ahora ya parece un señor mayor y formal y cuando me mira con sus canas y su barba blanca parece decirme: "No pasa nada. Son cosas de la edad. A ti también te faltan la mitad de los dientes y no haces numeritos". Eso sí, hoy lo noto más melosón, mas pegajoso que otros días. Cuando nadie me ve le doy una chuche. Sin azúcar, claro.

JUAN LUIS RINCÓN ARES -Puerto de Santa María-

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