miércoles, 30 de octubre de 2019

EN EL AUDITORIO DE BURGOS


Estoy en el patio de butacas
Rodeado de políticos de toda calaña
Mirando hacia una pantalla en blanco
Que no dice nada.
Tan solo unos altavoces que parlan
Cual loros sagrados y fachas
Las grandezas de España.
Ínclitos suenan
Que por crecerle los granos
De la separación a España
Piden metralleta y espada
Si es posible violación, rapto
Tiro en la nunca, en loberas
O Junto al paredón
Que su honor no lo mancha
Ningún filibustero
O hijo de la Gran Puta
Que ahí están la Legión
Y algunos moros fieles de cuchillo trapero
Para derramar sangre.
Con ellos basta.
Yo me he dicho: -Desdichados
Mientras un caballero de la secreta
Con cara de “pistolo”
Y labios de mordaza
Novio de la muerte
Feo como un demonio
Desde el pasillo primero
Me hace señas con la polla
Y me guiña un ojo.
Sobre seguro
Me dará, con ella,  golpes en la cabeza
En las nalgas y en la espalda
Por cuatro euros.
Le veo admirado
Sus labios echando babas
Contemplando mi hermosa cara.
Pero yo no quiero ese su santo y seña
Pues sé que me llevará a una jaula
Espantando las palomas
Y que ni san Antonio me salvará
De meterme en el Ojete
Cual garrote vil
Su quinta pata.
-Ay, san Antonio bendito
He suplicado
Mientras en los altavoces sonaba
“Por Dios, por la Patria y el Rey”
Sácame pronto
De este patio de butacas
Que no quiero
Que cuando este sujeto me lleve al huerto
Caiga sobre mí como una tapia.
Alguien debió de llamar
Al cara culo este
Con labios de mordaza
Pues levanté la cabeza y no le vi.
Entonces, toqué mis partes
Con la devoción de un cura pedófilo
Que estaban con la bragueta bien cerrada
Y le hablé a mi polla
Entre gritos altavócicos de ”Arriba España”.
Con lágrimas en los ojos, le dije:
Antonio es el que te salvó.
Salí del Auditorio.
Aunque las puertas estaban cerradas
Para mí solo se abrían.
Me senté en un poyete
Ahí junto al río Arlanzón
Y, mirando a la Catedral
Abierta ya la bragueta de par en par
Me hice una esplendorosa paja.
Unos espermatozoos
Se arrastraron hacia los árboles
Se subieron a las ramas
Otros cayeron al agua
Siguiéndoles para comérseles
Unos peces muy raros
Unos cangrejos de cuello blanco
Y unos barbos
Pasando de ellos la trucha
Y los patos.
-De buena te has librado
Y tú, mi Ojete
Le hablé a mi polla.
Antonio os salvó
Antonio mi Amor.

Daniel de Culla

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