Incitan que me sumerja en la hoguera de la soledad
que ahogue el canto de mi sentir
callar todo lo que tengo por gritar.
El alma tiembla ante el alarido de mi expresión
ocultarse no puede la verdad
alucinante es el universo que me invade.
Me dicen que el sexo es el caminar racional
convivencia de las avaricias de la existencia.
Lo que mi alma pretende es volar en libertad
entregarme a la pasión palpitante
en la dicha de las oleadas del querer…
Afirman debo temer a Dios
que castiga con severidad y sin piedad.
Lo que mi ser clama en poderío
es el intelecto que él me entregó
zambulléndome al mar de la imaginación
regalándome entre sonrisas inmenso amor.
Vociferan que las guerras son el pan de cada día
sustentándose infames egoístas.
Lo que mi espíritu sueña es caminar sin temor
entre veredas de una sociedad en paz
que vive en el bien social.
Señalan que mi deber es ser recatada
decapitando mis opiniones
ante los que pueden señalar en el espejismo de superioridad.
Lo que mi esencia anhela es exponer las ilusiones de mi ser
dejar en el olvido a los que me quisieron subyugar
y el vuelo sea la autonomía de mi resplandor.
Declaran que debo manifestar mi docilidad y obediencia
ser sumisa ante los que se regodean de predominio
no importando las cadenas agobiantes del tiempo
ahogando el sentido de independencia.
Mi pretensión es mantener la mirada erguida
consciente que cada día es afrontar los miedos
claridad que en el futuro se logrará.
¿Cuántas leontinas en el tiempo te han querido imponer?
Escondidas entre máscaras bellas
y latigazos que no se dejan ver, pero el sentir agobia
construcción en falsedades en el recorrido de la vida
los eslabones de la prisión se irguieron.
Las alas del yo interno proclaman autonomía
no importando los vendavales por afrontar
la luz interna siempre se debe atender.
Sandra Méndez -Guatemala-
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