Tu presencia en la noche
da principio al universo.
Por un instante soy dios.
De mí dependen las nubes, los bosques,
la furia del mar, los salmos del templo.
Me suspendo en un cielo
abolido de espanto
donde baila una luz
al compás de tus hombros.
Y florecen planetas,
estallidos, rebeliones.
Bíblicos anuncios y alabanzas.
Hay misterios que soportan huracanes.
Osvaldo Rossi -Argentina-
Publicado en el blog elescribidor
No hay comentarios:
Publicar un comentario