Vivo de pensar en el no pensar
vivo de engañarme con facilidad
vivo acomodado en la comodidad
con ojos abiertos me niego a mirar.
Muero de saber que sé la verdad
de que mi mentira un día va a acabar
de que mi autoengaño se va a terminar
muero de saberlo con seguridad.
Muero de tristeza de ver mi alegría
muero de saber su base irreal
porque voy sonriendo y siento agonía
porque digo bien pero siento mal.
Muero de saber que mi aliento es frío
y el que sea caliente es invento mío.
ÁNGEL GUSTAVO RIVAS
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