QUÉDATE A MI LADO
Quédate conmigo un segundo en la eternidad,
quédate a mi lado un instante en el infinito del amor,
quédate a mi lado, como lo haría el viento, como lo haría el sol con todo su esplendor.
Quédate a mi lado, como las olas del inmenso mar,
quédate conmigo, como las aves en el espacio estelar,
quédate, cariño mío, como los suaves murmullos de los ríos, como lo harían los lagos y las aves, en la libertad del tiempo.
Quédate, amor,... quédate a mi lado.
Extraño amado mío
Decirte quiero extraño amado mío,
cuanto tiempo aguardé por tu presencia,
y al calor de tu cuerpo enardecido,
fundirme quiero, para libar tu esencia.
Tomar tu piel para encontrar la mía,
y al entregarte mi amor, la vida empieza,
olvidaré por fin, la cruel melancolía,
que lastimaba mi ser, con aspereza.
Tanto amor en mi alma reprimida,
acrisola mi cuerpo, cual árido desierto,
más, hoy que siento, tan mía tu mirada,
mi alma goza, tranquila y liberada.
Te amaré con amor, amado mío,
esconderé mis labios en los tuyos,
para sentir tus besos solo míos,
para entregarte caricias como arrullos.
Decirte quiero también, que te adivino,
que presiento a mi lado tu destino,
y al amarte así, amor bien mío,
no serás ya, el extraño amado mío.
Hortencia Aguilar Herrera.
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