Tú eres los labios de mi boca sociablemente abierta,
y el océano dulce, un océano con caracolas.
Tú resucitaste en un hermoso día, en una maravillosa tarde.
Tú eres mi respiración atento, la vigorosa potencia sabia de la rueda.
Tú eres mi anaquel y mi futuro, celdilla de aves y albor.
Me refugie en tus palmas, por la adoración que exalta;
mi declaración es el escándalo que si comprendió tu oreja por la audición.
Y si al buscarme obtendrás el premio más exitoso,
atribúyete mi musa, por este querer tan visto.
Tú eres mi nación y yo tu llegada, y lo soy mucho más
ya que yo quiero que tus labios de rosa me besaran la frente
que tus palmas tan puras y transparentes me traerían pensamientos.
Yo te quiero y amo por mucho más
¡Qué bien rodeada estarás!
Luego, te transformas en la tarde,
en las aletas blanquecinas de gaviotas enteras
y te cubro el regocijo y la alegría,
ése que da huesos calientes, ardidos.
Yo, no te percaté a ti que probar los labios de mi boca
es algo así como estar muy feliz, alegre y contenta.
Horlin Alberto Doubront Armas -Venezuela-
No hay comentarios:
Publicar un comentario