En la nada fluían los reflejos rotos
de tu carne madura y dulce.
Manzana roja,
tentadora, cálida.
Invertí los sueños
en los deseos
que armaste sutilmente.
Te fuiste así...
casi como un loco.
Desgreñado,
vociferando tus ecos íntimos.
Replicando entre las estatuas de barro
hábilmente construidas con esas... tus manos.
Elba Alicia Junco -Argentina-
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