¿Pero tú qué quieres?
Un eco que en la penumbra
tome un momento tu viento
y abreve en un hueco adormecido
donde nadie me arrebate el arco iris.
¿Pero tú qué quieres?
La espuela que con tristeza inmensa
angulosa y endurecida
seca tu corazón en un lugar aislado
y con la pluma de la noche
fustiga el paso del dolor por mi cuerpo.
Quiero que la muerte de tus labios desentierre tu cuerpo desnudo
quiero que la tristeza de mi sonrisa se oculte en tu respiración
quiero que el vacío de tu aliento desgaje con sorbitos el vertido de mis lágrimas
quiero… ¡te quiero!.
¿Pero tú qué quieres?
Que cuando miro el silencio
tus manos y tus pechos
retuerzan las alas que rasgan mi boca
y desaparezcan entre telarañas.
¿Pero tú qué quieres?
Que el lucero de tu hendidura
se refriegue entre tus piernas,
que no vuele a campo ajeno
y dulcemente empape
las yemas que estallan
entre los silbidos de la lluvia.
Quiero poseer tus deseos vivos aunque destrocen el cisne de mi aureola
quiero doblegar tu sangre sin salir de mi herida y girar lentamente entre tus piernas
quiero dudar del firmamento cuando una lágrima viva se descuartiza sacrificada
quiero… ¡te quiero!.
¿Pero tú qué quieres?
Mas valor cuando el cirujano
se infiltra en la vidriera de tu piel
y con su retina vestida de gala
hace la autopsia a tu orgasmo
sin duda no ve
¿qué hay? en tu blusa abierta hasta la cintura,
quiero desaparecer como una resonancia
susurrando hacia la escollera
uno sonido otro quejido, uno olor otro sabor.
Quiero que tú llegues con una dalia entre tus piernas y cierres tu recuerdo con ojales
quiero un botón blanco y rojo para en un arrebato rápido rimar en tus pezones gemelos
quiero ver tu carne desnuda en la oscuridad aprisionando mis dedos que atracan los botones en los ojales.
Quiero… ¡te quiero!.
¡pero! ¿tú qué quieres?
Del poemario RAPSODIA DE ALMIZCLE de
Manuel Vílchez García de Garss
No hay comentarios:
Publicar un comentario