"Entonó el cielo su canto,
De atardecer en frío invierno.
Nocturno que se arremolinaba,
Como lejanas notas, que trae el viento.
Persiana de colores que bajaba,
Como telón de acto postrero.
Como fin y cuenta nueva,
De otro día y su recuerdo.
El porche fue su resguardo,
El negro su silencio.
Mientras el horizonte le llamaba,
Con su naranja amarillento.
Buscó con la mirada,
Alguna estrella y su balbuceo.
Al oeste Júpiter brillaba,
En sus ojos, de empañado velo.
Sentía del atardecer,
Las caricias recibidas.
El sonreír de aquellos tonos,
El pasear sin ninguna prisa.
Dejaba que la incipiente negrura,
Fuera recordar de momentos.
Su silueta, su figura,
Y aquellas manos, en su cuerpo.
Se juntaban escalofríos,
Del aire y los recuerdos.
Del calor de los labios,
Del volar, de sentimientos.
Y en ese suspirar de los ojos,
Evitando lágrimas de libre caída.
La sonrisa volvió a su rostro,
Mientras la luna, entre las nubes salía.
Recogió el alma de la noche,
Que de la oscuridad resurgía.
Sabiendo que aquella luna,
Era la misma, que su amor veía.
Dicen que la luna,
Es siempre, de amor mensaje
Lo cierto es que solo hay una,
Y los amantes, lo saben..."
Poema del Libro "Del Amor y Otras Hierbas Adictivas Vol.2" de
Imaginador69
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