No importa el color de la letra.
No importa el grosor del trazo.
Solo importa ese milagro
que ha compuesto una oración,
llevado por la emoción,
su ayudante consagrado.
Es él el que ha expresado
por orden del corazón.
Hubo un impulso de amor,
un impulso de grandeza.
Con increíble belleza
dejó impreso en un papel.
Todo lector, al leer,
se sentirá conmovido.
Lápices, tinta, es lo mismo.
Ella quiere ser escrita.
Siempre activa la poesía.
… El poeta?… su leal sumiso.
INGEL LAZARET
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