Déjame gritar por Dios,
déjame que cante al aire mi lamento
no pretendo esconder mi penuria
que se sepa lo que estoy sufriendo.
Me echas en cara que no te veo como una amiga
que sólo te veo como una mujer
perdona que te diga, pero tu excusa
no tiene razón de ser.
Mujer no seas conmigo tan distante
de mí no puede salir nada malo
no te aparto de mi mente, ni un solo instante
siempre me acompañas, te mantengo a mi lado.
Somos el sol y la luna, el día y la noche
de carácter muy diferente, ésa es la magia que busco
ante tu apatía, llenarte de amor, a derroche.
Tu pasado te mantiene marcada a fuego
mujer triste y apagada por una mala vida
Para mí, sería más fácil huir, no lo niego y,
por nada del mundo me daré una estampida.
Un consejo por tu bien te doy
no pretendo que me pongas un cartelito
si para ti, no te importo o nada soy
pongo tierra de por medio, cojo mi caminito
y donde esté la mujer que me quiera allá me voy.
Como me ves, no tengo ataduras, carezco de cimiento
mi verdad suele ser siempre muy dura
siempre te fui leal y como ves, nunca miento.
Tengo el alma en vilo, tú no me dices nada
cada vez lo tengo más claro
me mata verte, conmigo, tan apagada.
Voy a recoger mis cosas, a preparar un ligero equipaje
no tengo donde ir, ni destino definido ,no tengo nada
no tengo lugar de amparo, debo emprender el viaje.
ESTEBAN FERNÁNDEZ LOBATÓN -Conil-
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