A veces, tengo un buen día.
El canal para llegar a mi pecho es estrecho,
camisa desabotonada y ración de vista.
Tengo días que me miro
y me veo bien en el espejo,
cosa irreal por cierto…-entelequia-.
Entallado el pantalón
por detrás doy el pego.
Me considero honesta,
honro y honrada-probo-.
Acostumbro a experimentar
cualidades en las personas –pruebo-.
De vez en cuando picarona,
atrevida e insolente –-procaz-.
Entre flaca y debilucha-esmirriada-.
No gusto ni adopto modas –snob-.
Gustosa de esnifar vida,
aire, sol, tierra, mar, luna y cielo.
Gusto de lo esotérico
de los desiertos, mares y océanos,
de la vida que bulle y late en ellos.
Sin habilidad ni arte para la papiroflexia
pero me abrazo a un árbol y en mi mente
con sus ramas y hojas las doblo y juego.
No me gusta viajar en paquebote,
prefiero caminar por el bosque
y adentrarme hasta perderme en sus secretos,
con la ilusión de encontrarme con un hada o un elfo.
Soy tan simple como una jarra de plástico…
Llevo poca carga en mi mochila,
hice un día limpieza y se aligeró mi destino.
A cambio me siento alada e intentos de vuelos tengo –cortitos-.
Me siento ungida con algo de gracia del destino,
candente y viva entre el bullicio de la vida,
incipiente y aprendiz de los amigos y enemigos…
… Y así, de vez en cuando me siento inmensamente viva…
Lola Wizner -México-
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