viernes, 10 de octubre de 2014

¿QUIÉN MATÓ A CARMENCITA?


Con su mejor vestido
bien planchado, iba.
Temblando de ansiedad
sus lágrimas corrían.
A lo lejos gemidos
de perros y bocinas.
El parque estaba oscuro
y la ciudad dormía.
A penas quince años
y su vida marchita.
El hogar la aplastaba
y el colegio aburría.
En pasillos de radios
su corazón latía.
Deslumbraban sus ojos
los ídolos del día.
Los fríos traficantes
de sueños en revistas,
que de la juventud
engordan y profitan,
torcieron su anhelos
y le dieron mentira,
la dicha embotellada,
amor y fantasía.
Apenas quince años
y su vida marchita.
Huyó.
Carmencita murió.
En sus sienes la rosa sangró.
Partió a encontrar su última ilusión.
La muchacha ignoraba
que la envenenarían,
que toda aquella fábula
no le pertenecía,
conocer ese mundo
de marihuana y piscina,
con Braniff Internantional
viajar a la alegría.
Su mundo era aquel,
aquel del barrio Pila,
de calles aplastadas
llenas de gritería.
Su casa estrecha y baja,
ayudar en la cocina.
Mientras agonizaba,
otros enriquecían.
Los diarios comentaron:
causa desconocida.
Huyó.
Carmencita murió.
En sus sienes la rosa sangró.
Partió a encontrar su última ilusión.

Víctor Jara
Seleccionado por Leandro Murciego

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